Las redes sociales ya influyen más en política que la prensa

Vie, 27/01/2017

Carlos Fernández Guerra, community manager de Iberdrola y creador del conocido perfil @policía en Twitter, afirmó este jueves que las redes sociales han superado en influencia a los medios de comunicación tradicionales, como se aprecia ya en el contexto de la política. En la ponencia que impartió en la sede del Grupo CEF.- UDIMA en Madrid, en el marco de la Social Media Week, Fernández subrayó una realidad creciente, que “la gente ya no compra periódicos” y que “el poder de la reputación está en las redes sociales”.

Es una revolución cruel que te pone en tu sitio, una que puede dejarte desnudo”, advirtió, tras señalar que, mientras que hasta ahora las empresas e instituciones pretendían hacer creer que tenían una gran reputación, “resulta que las redes sociales tienen unas métricas que pueden desmentirlo”.

De Donald Trump, al que el community manager se refiere como el “tuitócrata”, dijo que tenía a más del 90% de los medios de comunicación en contra, pese a lo cual ha ganado las elecciones, y lo que estima todavía más revelador: “Ha desvirtuado la vigencia de la sala de prensa, ya que anuncia todas sus medidas por Twitter”. No en vano, Fernández señala la cuenta de Twitter de Trump como una de las mejor gestionadas actualmente, “ya que impacta, crea notoriedad y da utilidad a sus seguidores”.

Para quien situó la cuenta del Cuerpo Nacional de Policía a la cabeza de los perfiles policiales en Twitter en todo el mundo, las redes sociales han venido para quedarse. “De la misma manera que se busca un prime-time en la televisión o un espacio concreto en una calle transitada para tu negocio, las empresas e instituciones se dirigen a las redes sociales porque es allí donde se encuentra el mayor número de personas”. En este contexto, definió las RRSS como un “espacio masivo e ilimitado, con una nuevas reglas del juego a las que hay que adaptarse”.

En su opinión, la sociedad actual está “hiperconectada” y afronta un “cambio de prioridades total”. “No estamos en un cambio tecnológico, que también, sino ante un cambio de uso de la tecnología, un gran cambio de capacidades de nuestros aparatos electrónicos. Ahora la prioridad es compartir. Y existe un cambio en el poder: ahora manda el usuario y si las empresas no se pliegan a sus deseos, los hace él mismo”, sentencia. Para comprender esta nueva situación, un ejemplo: “El viaje a la luna cambió, a lo sumo, la vida de 100 a personas, el smartphone la de todos”.

Los partidos políticos, ‘enredados’

Carlos Fernández también aludió al cambio que se ha generado en el ámbito político, donde los partidos “estaban acostumbrados al botón de borrar pero ahora tienen que usar el de bloquear, y el problema es que los ve todo el mundo”. “Es por tanto ese aspecto público”, incide, “lo que aumenta la confianza en las redes” por parte de la sociedad.

También recalca la noción de bidireccionalidad inherente a las redes sociales, lo que supone un “cambio total, ya que se pasa de la verticalidad histórica a la horizontalidad en la que ahora todos somos iguales y podemos interactuar”.

En lo que concierne al término ‘marca personal’, ligado hace tiempo tan solo a los políticos y personalidades de éxito, Fernández confirma que ya ha llegado a todo el mundo.  La presencia plena de Google en nuestras vidas “hace que no exista tal cosa como reputación offline u online, ya que todos estamos en la red”. En este sentido, respecto al posicionamiento, opina que “las redes consiguen que se hable de ti o no y conforman por tanto la agenda mediática”.

Con todo, las redes suponen un acercamiento a las marcas o instituciones que consiguen el sentimiento de pertenencia a un colectivo, lo que, a su juicio, crea “muchos valores positivos, ya que todo lo que aportas a tu comunidad puede ser devuelto con ella, creando una inteligencia colectiva que puede ser muy útil y que aporta mucho valor a la marca como forma de fidelización”.

Big Data y Smart Data

Un aspecto relevante en este marco es el conjunto de estadísticas facilitadas por las redes sociales, que conforman “una encuesta permanente y determinante para aquel que sabe interpretar estos datos correctamente”. Aquí es donde juega un rol determinante el dominio del llamado ‘bid data’.

Tras indicar que la utilidad es el eje de la comunicación en las redes sociales, advierte de las contraindicaciones del ‘postureo’.Vivimos en el constante deseo de aprobación, de ser ‘cools’, o básicamente supeditados a lo que los demás piensen de nosotros, y por tanto las redes sociales suponen un escenario de mucha utilidad para este postureo, donde la expresión de las opiniones tiende a ser simplista y demagoga y de fácil uso para la influencia política”.

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