Claves para aprender un idioma sin agobios

Wed, 22/04/2020

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"El uso de una segunda lengua como medio de interacción social ocasiona la reconstrucción del yo, para incorporar una nueva identidad en función de la lengua extranjera y su cultura", afirma  (López 2005). ¿Qué dices cuándo te preguntan si sabes hablar una lengua? Aprende a decir “no sé todavía”, expresión que utilizamos cuando no sabemos hacer algo.

Por Aurora Centellas, directora del Instituto de Idiomas 

El objetivo de aprender una lengua es comunicar, y es justamente esto lo que nos desmotiva, lo que nos hace abandonar. La impotencia que sentimos al no poder comunicarnos. ¿Te has parado a pensar dónde está el problema? Puede que no comuniquemos porque tengamos miedo al error, a defraudar, a no estar a la altura... o simplemente sea porque intentamos comunicar en situaciones para las que todavía no estamos preparados. ¿Y si la clave está en aprovechar las espacios de aprendizaje cotidianos, las situaciones sencillas de la vida real, en sentir el idioma como algo familiar?

Esta son algunas claves para enfrentarte a los idiomas:

Busca el motivo. Hay que tener un buen motivo para aprender idiomas. 

Ten disciplina. No importa el método que uses, ni las herramientas, ni las estrategias. Lo realmente importante es el hábito diario. Práctica todos los días. Aprovecha todas las situaciones cotidianas para practicar: cantar, escribir un chat, llamar por teléfono, nombrar objetos, leer,  hablar con otros...

Aprende con otro de tu enorno. Busca un cómplice, te ayudará a seguir, a superarte, a retarte.

Diviértete. Haz que el aprendizaje de un idioma sea divertido, utiliza el juego como estrategia. El juego te ayudará a recordar vocabulario, estructuras gramaticales y lo más importante, a desarrollar habilidades de expresión y comprensión oral y escrita. Son muchas las herramientas que nos ofrece la tecnología para aprender jugando.

Disponte para el error. El no tener miedo al error nos asegura el éxito y el avance en el aprendizaje del idioma.

Escucha. Para poder expresar debemos saber escuchar. La cotidianidad nos ofrece muchos espacios para escuchar, que nos predisponen a familiarizarnos con el idioma. Podcats, películas, entrevistas, diálogos, noticias… 

Comunica. Ahora te toca a ti. Es la hora, atrévete, empieza por lo más cotidiano, por tu realidad. Utiliza las redes sociales, por ejemplo. Preséntate, haz preguntas (pedir una receta, pedir información…) da tu opinión… Habla para que te escuchen.