Decálogo para la gestión psicológica general de la cuarentena por el coronavirus

Thu, 19/03/2020

Personas

El confinamiento en los hogares decretado por las autoridades competentes, con el propósito de evitar la propagación del coronavirus, no siempre es una medida cómoda para el ciudadano. Aun siendo necesaria, cuando no vital, una exigencia como esta altera, o puede alterar, nuestro comportamiento con quienes comparten el hogar con nosotros. Estos cambios psicológicos también afectan, aunque en otro nivel, a las personas que viven solas. Este Decálogo trata de aportar luz a la potencial oscuridad de un estado mental no acostumbrado a un momento como el actual.

Por Rodolfo Gordillo, doctor en Psicología y profesor de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA

  1. Si nuestro estado de ánimo baja, contactemos con esas personas que sabemos nos aportan alegría, seguridad y por qué no, amor.
  2. Hacernos una buena programación diaria para que nuestros hábitos se vean lo menos perjudicados posible, incluyendo siempre algo de actividad física.
  3. Ayudémonos y dejémonos ayudar. Si tenemos problemas para hacer la compra, mover un mueble, hacer la colada, ir a la farmacia, pidamos ayuda. Los transportes funcionan, tenemos vecinos y si un familiar tiene que coger el coche, no hay problema. Podemos movernos con precaución y por una buena causa.
  4. Tener a mano teléfonos y webs de interés.
  5. Dedicar un tiempo prudencial a reírnos. Tenemos la suerte de ser un pueblo muy ingenioso y la red está llena de memes.
  6. Si estamos conviviendo, que cada uno programe a lo largo del día actividades que siempre ha querido compartir. Es el momento de conocernos mejor.
  7. Nuestro humor puede cambiar. No es momento de reproches. Siéntate con esa persona, cógele la mano y escúchale. Entre todos saldremos.
  8. Aprende algo nuevo.
  9. Pon orden. Seguro que tienes alguna colección que necesita ponerse al día y nos aportará una sensación de control muy saludable.
  10. Respira hondo y mira a los que tienes alrededor, o a ese cuadro que sólo tú sabes por qué lo tienes, si vives solo. Lo hacemos por todos nosotros, recuerda.