La UDIMA, invitada a analizar 'Altamira', la última película de Antonio Banderas

Wed, 24/02/2016

Un grupo de profesores de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), formado por Daniel Casado, Sara Fuentes, Noelle Rodríguez, Luis Miguel Belda y Esther Pascua, asistieron a una sesión privada de la película ‘Altamira’, dirigida por Hugh Hudson y protagonizada por Antonio Banderas, que relata los pormenores del descubrimiento a finales del siglo XIX, en una cueva en Cantabria, de las universales pinturas prehistóricas.

La productora Morena Films cursó una invitación a los docentes de la UDIMA, a fin de conocer sus impresiones en torno a una película cuyo estreno está previsto el 1 de abril. Como explica el propio director del filme, con la apertura de la Cueva de Altamira en 1878, “nuestra visión del arte cambió, pero este descubrimiento nos enseñó algo aún más importante, que teníamos un cerebro activo, creativo y sensible más de mil años antes de lo que habíamos creído hasta entonces”. Hudson es realizador, entre otras célebres películas, de ‘Carros de fuego’ (1981), galardonada con cuatro Oscars, y ‘Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos’ (1984).

Sara Fuentes, doctora europea en Historia del Arte, sostiene que ‘Altamira’ “es un buen ejemplo de ‘edutaintment’, diversión con un fondo de divulgación cultural muy interesante”. Por un lado, explica, “es una producción con actores populares, efectos visuales impactantes que protagonizan una historia con conflicto y buenos que triunfan al fin sobre los malos. Por otro, recupera a Sanz de Sautuola y su descubrimiento de las pinturas de Altamira como revelador momento de choque, entre el dogma católico de la Creación, y los orígenes del trabajo científico que colocó a la Historia del Hombre como prolongación de la Historia de la Naturaleza. En mi opinión, hace falta que se realicen más películas en esta línea”, concluye.

Por su parte, la doctora en Historia Esther Pascua enjuicia que Morena Films aborda una historia “fascinante” que, en su opinión, “merece la pena ser rescatada del olvido y que da juego en la gran pantalla”. Las cuevas de Altamira son Patrimonio Mundial desde 1985, sin embargo, su descubrimiento y primera presentación al mundo “nos ofrece un relato expresivo de los contextos en los que se produce la ciencia”. En este contexto, agrega Pascua, Marcelino Sanz de Sautuola era un liberal acomodado de provincias cuyas inquietudes intelectuales solo podían ser miradas con recelo por una iglesia contraria a cualquier indagación independiente. Además, agrega, “era un amateur en los estudios de prehistoria y su descubrimiento cuestionaba todos los paradigmas de la disciplina y como tal fue tratado por los grandes popes, sobre todo franceses, de la especialidad”.

El resultado”, concluye Pascua, es “el cierre y abandono de la cueva durante 25 años. La película juega con estos temas, aunque los sacrifica en aras de un guion dirigido al gran público tanto nacional como extranjero que cae en algunos momentos en una narrativa épica y grandilocuente de héroes contra villanos".

Noelle Rodríguez, licenciada en Historia, asegura tras ver el filme: "Me pareció muy acertada la idea de ver el descubrimiento a través de los ojos de la niña, así debería mirar siempre un científico, sin embargo, es una pena que pudiendo desarrollar más el debate científico-religioso y convertirlo en el hilo conductor de la película lo limiten a unos pocos minutos”.

Precisamente, el profesor de Periodismo Luis Miguel Belda liga con la idea expuesta por la profesora Rodríguez y señala que, aunque el debate en torno al darwinismo se convierte en el eje del filme, “por momentos parece (que el director) tiene prisa por contarlo todo”, reduciendo a la mínima expresión, por ejemplo, una escena de alto contenido dramático como fue la del Congreso de científicos reunidos en Lisboa que concluye calamitosamente para el científico español. “Por encima de todo”, agrega, sin embargo, ‘Altamira’ supone “una ocasión única para que la familia al completo reviva uno de los acontecimientos históricos más universales que hoy trasciende los libros de arte e historia”.

Por último, Daniel Casado, doctor en Historia de la Arqueología, opina que la obra de Hudson es un “homenaje ‘tardío’ al descubridor de las cuevas, Marcelino Sanz de Sautuola”. Manifiesta su convencimiento de que la película es “útil” porque “dará a conocer un episodio desconocido por la mayoría de los españoles”. “Sintética, fiel a la historia y rigurosa en los acontecimientos narrados”, agrega Casado, ‘Altamira’ aspira a que “lo que no ha logrado la ciencia divulgativa, lo logre el séptimo arte: que el gran público conozca cómo la más excelsa manifestación artística de la Prehistoria (las pinturas rupestres de Altamira) tardó más de veinte años en ser reconocida como auténtica”.

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Los profesores de la UDIMA Película Altamira