El futuro de la Unión Europea pasa por "dar visibilidad" legislativa y lograr "mayor participación ciudadana" en Derechos Humanos

Tue, 29/06/2021

La Unión Europea está reflexionando sobre el futuro "enormemente frágil" del proyecto europeo, atacado por gobiernos, aliados contra "sus valores y principios". Esta situación, de la que "apenas se está hablando", es la que pone el contexto, crítico para la comunidad europea, de la jornada planteada este martes por la Cátedra Jean Monnet, y acogida por la UDIMA en el marco de la Conferencia sobre el futuro de la UE.

Alberto Orellana

Las palabras de Julio Guinea Bonillo, doctor en Derecho por la UDIMA y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, resumían lo que, en definitiva, reclamaban de una u otra forma la mayoría de los ponentes adscritos al simposio virtual. Junto al doctor Guinea Bonillo, moderó también la sesión y presentó a los ponentes el otro organizador del encuentro, el también doctor y catedrático Jean Monnet, Rogelio Pérez Bustamante.

Abrió el programa toda una personalidad en el ámbito legislativo europeo, Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo. En su exposición, el exministro de Justicia y catedrático de Derecho Constitucional reflexionó que si bien "no hay déficit competencial del Parlamento", sí lo hay de "comunicación y visibilidad", como resaltaría más tarde Bonillo.

También planteó cómo la llegada de ese "bill of rights" del Tratado de Lisboa trajo un modo de legislar "determinante" para el Parlamento Europeo. Según comentó, la cámara es hoy un "legislador penal, de garantías procesales y derechos fundamentales", lo que entronca directamente con el desarrollo de esa Carta de Derechos Fundamentales.

Desde el rigor de áreas como la protección de datos (y sus problemas diplomáticos con EEUU) hasta la supresión de libre circulación con la pandemia; el derecho "más apreciado por los europeos", ha valorado; y que tratan de "restaurar" con el 'pasaporte Covid'.

La crisis de 2008, el Brexit y ahora la pandemia ha planteado un desafío a la continuidad de esos derechos, a la "confianza mutua" de los Estados miembros, ha señalado. Y el actual estado de revista de estos derechos es "manifiestamente mejorable", ha argumentado mencionando los casos de "regresión autoritaria" de Hungría y Polonia.

Activismo, no sólo Bruselas

A continuación, Lorent Saleh impregnó al discurso de mayor participación ciudadana de una realidad cruda, pero no menos optimista. Premio Sajarov por el Parlamento Europeo en 2017, (siendo preso político en Caracas, Venezuela), Saleh reforzó la importancia de estos derechos en la UE. Y por qué defenderlos desde el activismo ciudadano es tan importante, pese a lo que conlleva.

El venezolano relató el origen del premio a raíz de la defensa de Andréi Sajarov contra la energía nuclear en la guerra fría, y la persecución "de por vida" que sufrió. Y a la que, dice, están acostumbrados todos aquellos que defienden los Derechos Fundamentales. Desde entonces ese reconocimiento, ampliado con la Red Sajarov de instituciones y personalidades, desarrolla políticas para la defensa y desarrollo de los derecho humanos.

"Pero no sólo allá donde se vulneran, sino también en el ámbito educativo", expuso. "Buscamos conectar a los eurodiputados con los estudiantes. Hay un problema de comunicación entre el Parlamento y la sociedad europeos", destacó Saleh. Siguiendo con su exposición, subrayó que para el futuro de la Unión Europea es fundamental "no sólo lo que se hace en Bruselas". Y que hay mucho trabajo en materia de Derechos Humanos, pero que no sólo debe recaer en miembros políticos y funcionarios, sino en todos y cada uno de nosotros", estudiantes y jóvenes europeos especialmente.

"Necesitamos un nuevo enfoque"

Concretamente, Saleh apuntó a las Universidades como los espacios "que acerquen al Parlamento" y que den cabida al "sueño" que es Europa. Se debe "informar a los estudiantes de los mecanismos que tenemos, para dará conocer lo que se defiende y legisla desde Bruselas; para evitar con ello algo tan bochornoso como la llegada de Delcy Rodríguez a España", violando la sanción europea que pesaba sobre ella.

Después de todos los escenarios de crisis (2008, Brexit, medioambiental, refugiados y ahora pandemia) que han puesto en tela de juicio nuestra convivencia y producción económica, es momento de tomar un nuevo rumbo, comentó más tarde el doctor Guinea Bonillo. En esto se está centrando la Conferencia del futuro de la Unión Europea, en ver cuál se toma en los próximos años, y que "apela a la participación ciudadana en lugar de la actividad de sus representantes políticos", recalcó.

Si queremos que el proyecto europeo progrese "necesitamos darle un nuevo enfoque", especialmente a nivel político exterior. Los líderes deberán dar a conocer la situación de la comunidad, y el foco mediático debe ser mucho más centrado en las actividades y preocupaciones, y no tanto en los cotilleos por redes sociales, indicó. Para ello también apeló a visitar sin demora en la plataforma de la Conferencia (https://futureu.europa.eu), para "dar visibilidad y lograr una mayor participación ciudadana en materias de la Unión Europea". "Desde la UDIMA lo estamos haciendo", añadió.

Derechos irrenunciables e intransigibles

Antes, la catedrática Jean Monnet en prohibición de la discriminación racial en la Unión Europea, Cristina Hermida, repasó a nivel filosófico los rasgos formales y materiales de la Carta de Derechos Fundamentales. Como catedrática también en Filosofía del Derecho, Hermida recordó las cualidades de estos derechos (irrenunciables, intransigibles, personalísimos, intransmisibles...) que tratan de brindar, en suma, "seguridad jurídica" a sus destinatarios.

La Carta tiene a favor su estructura innovadora (en cinco capítulos) o su carácter subsidiario a la normativa de cada Estado miembro; así como su capacidad para consagrar la integración política europea, la igualdad de los ciudadanos ante la ley o la neutralidad del género, entre otros. Pero también hay "insuficiencias", que deben cambiar. Como la ausencia "injustificada" del derecho de voto, remuneración justa, vivienda digna, renta mínima…

Hermida hizo un llamamiento a las instituciones y la sociedad civil para "no quedarnos de brazos cruzados en pleno siglo XXI", cuando se vulneran estos derechos de manera "sistemática". "Necesitamos tolerancia positiva en la UE" para contrarrestar los efectos de la "indiferencia" masiva, apostilló.

Agua y equilibrio legal

Por su parte, el doctor Pérez Bustamante acometió hacia el final de la jornada su disertación sobre el Derecho al agua. El catedrático Jean Monnet y de Historia del Derecho puso en valor la iniciativa ciudadana Right to Water de 2013, que sentó las bases para aumentar quizás esa participación que se busca fomentar en la Conferencia de este año.

"La UE debe reconocer el derecho humano al agua, y no sólo para los grupos marginados, aceptando un suministro vital para todas las personas, aplicando tarifas progresivas en función del consumo y las características de las familias. Que la Comisión asuma lo que ha planteado ya el Parlamento", resumió el doctor.

Antes, el catedrático Jean Monet ad persona de Derecho de la Gobernanza Económica Europea, Antonio Estella, planteó su teoría del equilibrio entre rigidez y flexibilidad en materia legal, y concretamente a nivel de Derechos Humanos. El profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III reflexionó que, al final, todo depende de una cuestión de "confianza".

Y hasta que no hemos tenido una "codificación" de estos derechos con la Carta, no hemos podido hablar con seguridad de esa vinculación en los ciudadanos; "ese plus codificador se explica por razones de credibilidad", argumentaba. Según dijo: "Los economistas políticos se rigen por el derecho más rígido que existe", fundamentalmente la Constitución.

Algo que él se empeña en discutir, pues lo ideal es llegar a un equilibrio entre esos dos conceptos (rigidez y flexibilidad), y que el derecho cumpla esa función de otorgar credibilidad. "No hay una receta única", insistió.

Cerró virtualmente el acto la Defensora del Pueblo Europeo, Emily Reilly, haciendo hincapié en la importancia de sumar al ciudadano europeo en el futuro de la UE. "Transparencia legislativa", acceso a documentación por parte del ciudadano para "equilibrar" las alturas entre ciudadanía y administración europea, fueron algunas de sus propuestas. Todavía es pronto para ver cómo se sumará el ciudadano, pero la cumbre que hay en unos meses servirá para atender los paneles europeos que estos planteen.

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