Qué y cómo se puede aprender inglés con series y películas

Mié, 15/04/2020

enseñanza de inglés

Las películas y la televisión, hay que decirlo alto y claro, por sí mismos no enseñan idiomas. Ahora bien, todos los que tienen un cierto nivel de inglés practican con las películas en inglés y mejoran, ¿cómo es eso? La respuesta es porque permite insistir sobre algo que ya se conoce; se practica sobre una habilidad que ha sido previamente practicada por interacción que transforma la escucha pasiva en una escucha activa donde el aprendiz de la lengua recibe mensajes que le resultan mayormente comprensibles.

Por Carlos Segade, doctor en Filología Inglesa

Como el mundo del cine no es ajeno a la realidad de la variedad de niveles culturales y acentos, hay películas que utilizan un inglés muy estandarizado, apto para todo el mundo angloparlante, donde apenas hay diferencias idiomáticas o, si acaso las hubiera, serían las conocidas por todos y no ofrecen mayor dificultad de comprensión.

Ese es el caso de las películas que llamamos, por ejemplo, «comedias románticas» que buscan al público global, desde Australia a Escocia, pasando por todos los Estados Unidos. Si alguien quiere aprender un inglés digamos «internacional», le recomendaría empezar por ese tipo de cine.

En el caso del cine para adolescentes, donde el realismo lingüístico no se da, o se da menos, también se podría dar esta prevención, pero es menos frecuente.

Pero vamos a ver cómo podemos enfrentarnos al cine si queremos que nos sea útil.

En primer lugar hay que saber que se pueden aprender tres cosas básicamente: vocabulario y sintaxis; mejorar la comprensión auditiva; y por último, fórmulas culturales.

Vocabulario. En el cine, como en la vida, los guionistas usan un vocabulario que se debe ajustar a la situación de la acción. Esto tiene varias consecuencias:

— Si son películas de época, los guionistas intentan que suene lo suficientemente antiguo como para ser creíble, pero no demasiado para que el público lo pueda entender. El riesgo que corremos si tomamos como modelo este cine es que ¡podemos acabar hablando como en el siglo XIX!

— Los guionistas se toman libertades de carácter efectista, como los poetas. Es habitual en películas distópicas, donde recurren a arcaísmos.

— El tema. Hay vocabulario y vocabulario. ¿Cuánto entendemos de CSI o House en nuestra lengua materna? A veces, si escogemos una serie, aunque nos guste, que gira sobre el uso de lengua demasiado especializada corremos el riesgo de perdernos en ella.

— Por último, los tópicos. Como en la vida misma, los guionistas también echan mano de tópicos y frases hechas que usan como clichés en situaciones concretas. Por ejemplo a mucha gente nativa le irrita la frase “We have a situation here” (“tenemos un problema”) cuando alguien anuncia que se acerca una situación de peligro y se prevé un momento de acción emocionante. Decir “we have a situation” en una conversación normal puede llegar a sonar un poco “peliculero”, si no se está al tanto de sus implicaciones. No son fáciles de detectar, pero con el tiempo podemos ir distinguiéndolos.

La comprensión auditiva. Un buen hablante de una lengua debe ser capaz de entender cualquier acento, pero esto requiere mucha paciencia y mucha exposición a esa variedad de la lengua. Algunos acentos son muy reconocibles, pero otros no, algunos son más fáciles de imitar y de asumir, pero otros cuestan más. Además, en inglés, aparte del acento regional está el acento de clase social, sobre todo en el Reino Unido, y es importante reconocer unos de los otros, a pesar de que cada vez más se vayan diluyendo las diferencias de clase. Hay que tener en cuenta que los acentos muy “cerrados” son difíciles incluso para los hablantes nativos.

Fórmulas culturales. Con esto me refiero a los giros lingüísticos, expresiones y vocabulario que se usa en situaciones diarias. Por ejemplo, qué debemos responder cuando nos presentan a una persona, cómo debemos interrumpir una conversación, cómo pedimos permiso para algo, cómo se da una orden o hacemos un ruego, etc.

Con estos tres elementos en mente, ya podemos dar algunos consejos de cómo ver series y películas de manera que nos sean útiles para nuestro aprendizaje.

  • Seleccionar bien la película. Para ello, nos podemos hacer algunas preguntas previas.

¿Tendrá situaciones cotidianas y contemporáneas que pueda extrapolar a mi realidad?

¿Es muy regional o va dirigida a un público muy concreto?

¿Es de época?

1) En las películas de mucha acción no suele haber mucho diálogo aprovechable y a veces recurren mucho a los tópicos. En las películas de fantasía o distópicas suele haber mejores diálogos, más adecuados a la sensibilidad contemporánea, pero también incluyen vocabulario, lógicamente, inventado o situaciones donde los registros o fórmulas socioculturales también se inventan, con lo que llevar esas expresiones a la vida diaria resulta chocante o imposible.

2) Si quien ve la película todavía no tiene un nivel alto, lo mejor es verlas con subtítulos en el idioma que queramos aprender. Nos acostumbraremos a recurrir a ellos solo cuando nos haga falta. Es bueno intentar no leerlos o solo echarles un vistazo, dejándonos llevar más por el oído que por la lectura. Los subtítulos además ayudan a salir rápidamente de dudas.

3) No hay que ser muy ambiciosos. Ni siquiera en nuestra lengua nativa estamos pendientes de todo lo que dicen los personajes. Casi nadie es capaz de repetir literalmente lo que otra persona acaba de decir. Por tanto, no nos exijamos más aprendiendo una lengua que lo que nos exigimos con la nuestra. Aprendamos cuatro, cinco o seis palabras nuevas por película. Que esa sea nuestra meta. A veces incluso con una o dos palabras nuevas bastaría. Tengamos en cuenta que una película sirve para practicar varias habilidades al mismo tiempo y no tiene sentido abrumarnos con cantidades de vocabulario que no vamos a usar.

4) Anotar el vocabulario nuevo y si dudamos de su significado recurrimos al diccionario. Los buenos diccionarios nos avisan además de los usos anticuados de las palabras y expresiones.

5) Anotar un par de expresiones y fórmulas socioculturales que nos puedan ser útiles. Cómo expresan los actores sus emociones puede ser un punto de referencia para empezar. Practiquemos, incluso imitemos, cómo lo dicen en las películas e integremos su uso, antes de ponerlos en práctica.

6) Si no entendemos un acento se puede volver atrás o estar más pendientes de los subtítulos cuando habla ese personaje. Iremos notando poco a poco una mejora de comprensión, pero no nos desesperemos si no entendemos a la primera o a la segunda. Todos hemos aprendido normalmente a partir de un registro y un acento, por lo que habrá algunos que nos suenen más familiares y otros menos. Recordaremos siempre que a los nativos les puede estar pasando lo mismo.