El Gobierno cree que España puede liderar la lucha contra el cambio climático

Vie, 29/03/2019

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Crónica de María Ángeles Díez, profesora de Derecho Tributario

José Domínguez Abascal, secretario de Estado para la Energía, afirmó este viernes que España podría llegar a liderar la lucha contra el cambio climático. Aunque en otras ocasiones España ha llegado tarde a otras revoluciones como la industrial o la tecnológica, en este caso “podemos participar desde la primera fila”, aseguró durante su intervención en el acto organizado por el Club Español de la Energía del Ministerio para la Transición Ecológica para analizar el Balance Energético de 2018 y las perspectivas para el 2019 del sector.

Su intervención fue muy optimista de cara al proceso de descarbonización de la economía. Celebró la actualidad de la que goza el sector energético, el creciente interés que se ha despertado en la ciudadanía por cuestiones que antes sólo llamaban la atención de unos pocos, pues ya no sólo interesa el cambio climático, sino que también se habla de precios de la energía, conexiones, autoconsumo, etcétera.

Precisamente, destacó que 2018 fue el año en el que se produce la eclosión en la opinión pública y en el seno de los organismos internacionales de la gravedad y la urgencia de abordar la lucha contra el cambio climático.

Según Domínguez Abascal, el Gobierno de España ha asumido esta labor y ya han visto la luz los primeros borradores de tres documentos que marcarán la senda de la transición energética: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética; la Estrategia de Transición Justa y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Estos tres documentos conforman el Marco Estratégico de Energía y Clima, que persigue el objetivo de la descarbonización de la economía para 2050.

Para ello se fijan tres objetivos para 2030: la reducción del 21 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990, que el 42 por ciento de la energía proceda de fuentes renovables y que la eficiencia energética mejore un 39 por ciento. A pesar de la dificultad de la tarea, España puede liderar la lucha contra el cambio climático, y aunque en otras ocasiones ha llegado tarde a otras revoluciones como la industrial o la tecnológica, en este caso “podemos participar desde la primera fila”, afirmó.

Del análisis de los números del Balance se ocupó Jesús Ferrero Soler, subdirector de Energías Renovables. De 2018 destacó el desapalancamiento del PIB y el consumo de energía primaria, ya que por primera vez con menos energía primaria se ha conseguido aumentar la energía final  y el motivo de todo ello es el aumento de la aportación de las energías renovables a nuestro mix energético, aportación que crecerá en 2019, pues está prevista la incorporación de más 7000 Megawatios verdes.

La Asociación De Empresas de Energía Eléctrica, (AELEC) antes UNESA, repasó las novedades normativas que han afectado al sector. Aunque durante 2018 se publicaron más de 100 normas sobre esta materia, su presidenta Marina Serrano, destaca el Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores. Por otro lado, cree acertada la confluencia de las competencias de energía y de medio ambiente en el Ministerio de Transición Energética.

Pese a esta visión optimista y halagüeña, algunos sectores que han participado en este acto se han mostrado algo más críticos con los acontecimientos de 2018. La Asociación de Operadores de Petróleo (AOP) aunque muestra unos resultados positivos, pues el consumo de los combustibles ha aumentado durante 2018 y esta tendencia continúa en 2019, manifestó un cierto resquemor.

Del año pasado resaltó el hecho de que las ventas de coches gasolina superaron a los diésel y reprochó la guerra al diésel que fue declarada por el Gobierno sin atender a una razón climática real, ya que, afirmó esta asociación, no es cierto que un coche de gasolina contamine menos que un diésel, puesto que en tema de emisiones y vehículos debe tenerse en cuenta la vida útil de estos y el envejecido parque automovilístico es el verdadero enemigo del aire limpio en las ciudades.

Pedro Iglesias, presidente de Carbunión (Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón) presentó unos resultados negros como el carbón de 2018, pero más negro se presenta 2019. Ya no queda ninguna mina en funcionamiento y por tanto la única realidad es que desde 1 de enero de 2019 no se extrae ni 1 kilogramo de carbón autóctono, siendo este el único logro cierto que se ha materializado por el Ministerio de Transición Ecológica.

La Asociación de Empresas de Energía Renovables manifestó una buena sintonía con las nuevas acciones proyectadas por el Ministerio de Teresa Ribera. Pusieron sobre la mesa unos resultados muy favorables para la eólica y la solar fotovoltaica. Sin embargo, el sector también muestra su preocupación por el riesgo y la incertidumbre que asumen las empresas, así como reivindican una fiscalidad que se fundamente en el principio “quien contamina paga”.

SEDIGAS, (Asociación Española del Gas) son los otros beneficiados por el Nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y el sector se presenta como la tecnología de respaldo que facilitará la electrificación del sistema, la reducción de las emisiones y mejorar la eficiencia energética. El gas natural aporta la solución para la movilidad sostenible y el gas renovable favorece la economía circular y el desarrollo rural y permite almacenar energía, lo cual hace que el gas sea la tecnología de apoyo a las renovables en el Plan Integrado aprobado por el Gobierno.

El frente fiscal ha unido al Foro Nuclear con las renovables, pero la diferencia es más que notable. Mientras las nuevas tecnologías se quejan de padecer el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) o impuesto a la generación del 7 por ciento, en el caso de las nucleares, la factura fiscal asciende al 40 por ciento sobre su facturación.

Sin embargo, hay otro hecho mucho más importante que comparten ambos sectores, y es el hecho de que las centrales nucleares no emiten CO2, por lo que Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, que asiste por primera vez con voz propia, ya que antes las nucleares quedaban representadas por UNESA, quiso romper el axioma que une a las renovables con la necesidad de evitar el CO2.

Hay que reducir emisiones, por supuesto, pero las renovables no son las únicas tecnologías a tener en cuenta, ya que las nucleares aportan el 20,4 por ciento de la electricidad consumida en España, que representa el 34,39 por ciento de la energía sin emisiones y además lo hacen sin poner en peligro la seguridad del suministro. Por ello, entiende Araluce que, aunque el futuro sea renovable, durante un tiempo deberán caminar juntas, y por ello el 2019 será el año de la renovación de las centrales más viejas de nuestro parque nuclear.

Información de interés: El Grupo Educativo CEF.- UDIMA imparte el Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética.

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