Investigadores de la UDIMA y la UC3M describen la importancia de las capacidades sociales en las nuevas oportunidades laborales para la movilidad científica en ciencias de la salud

Jue, 16/03/2017

Joaquín Danvila y Pedro Aceituno (Fotografía: Ana Rodrigo)

Las organizaciones sanitarias españolas sí pueden influir en el retorno de sus investigadores, pues la decisión de movilidad de sus científicos depende en gran medida de las oportunidades laborales y dentro de éstas se pueden aplicar políticas que combinen ventajas diferenciales con medidas complementarias procedentes de la intensificación de las capacidades sociales. A estas conclusiones ha llegado un equipo de investigación formado por los profesores Pedro Aceituno Aceituno y Joaquín Danvila del Valle, ambos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA); Carlos Bousoño Calzón, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, y Lorenzo Melchor.

Este trabajo ha sido publicado en un artículo en la Revista PLOS ONE (IF 3,057) y al mismo se puede acceder desde el siguiente link: http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0173204. La financiación de este estudio procede de Proyectos de Investigación realizados para la Dirección General de Migraciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y Novanca/Caja Rural.

Un total de 811 investigadores han participado en el estudio, de los que 293 pertenecían a áreas de salud: jóvenes investigadores en España (147), científicos españoles en el exterior (114) y científicos retornados a España (32).

Las entidades que han colaborado en la difusión del cuestionario entre los colectivos científicos han sido las siguientes: Fundación Universidad-Empresa (FUE), Federación de Jóvenes Investigadores, Colegio Oficial de Físicos (COFIS), Federación Española de Biotecnólogos (FEBiotec), ARATECH, Centro de Innovación de la Universidad de Oviedo, Society of Spanish Researchers in the United Kingdom/Comunidad de Científicos Españoles en el Reino Unido (SRUK/CERU), Científicos Españoles en la República Federal de Alemania. (CERFA), Asociación de Científicos Españoles en Japón (ACE Japón), Españoles Científicos en Estados Unidos (ECUSA), Asociación de Científicos Españoles en Suecia/Association of Spanish Scientists in Sweden (ACES/ FSFS), Spanish Research in Australia-Pacific/Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP/IEAP), Científicos Españoles en Dinamarca/Spanske Forskere i Danmark (CED) y Científicos Retornados a España (CRE).

Los resultados muestran que en la marcha de los jóvenes investigadores y en la de los científicos en el exterior en Ciencias de la Salud las variables más decisivas se concentran básicamente en las ventajas diferenciales (carrera, financiación, prestigio de la institución y formación) más los salarios.

Por el contrario, en el caso de los científicos retornados en Ciencias de la Salud estas variables decisivas para su regreso son de una menor dimensión y se concentran también en ventajas diferenciales (trabajo con equipos de excelencia, carrera y prestigio de la institución), e igualmente en otras variables más relacionados con las capacidades sociales, las cuales también determinan de manera complementaria su retorno (condiciones laborales y prestaciones personales).

Igualmente, en el caso de los CIEX en Ciencias de Salud el porcentaje de investigadores con una posición permanente es bastante escaso y la proporción de investigadores que podrían regresar a España dependiendo de las oportunidades laborales resulta muy elevada. Todavía es más inferior el porcentaje de jóvenes investigadores en Ciencias de la Salud con una posición permanente y muchos de ellos tienen altas posibilidades de marchar al exterior para continuar con su carrera investigadora.

Estos datos confirman que hay espacio para que las organizaciones sanitarias en España formulen políticas atractivas para estos colectivos. Las ventajas diferenciales ofrecidas por otros países son superiores, pero las organizaciones sanitarias españolas si puede establecer políticas de colaboración generadoras de las condiciones adecuadas para su regreso.

También hay espacio para crear políticas dirigidas a la retención de los científicos retornados en Ciencias de la Salud, pues pocos de ellos tienen una posición permanente y bastantes se volverán a marchar al extranjero dependiendo de las oportunidades laborales. Por lo observado en este trabajo las capacidades sociales son variables complementarias para el regreso de estos científicos.

Para intensificar la implantación de estas capacidades las organizaciones sanitarias españolas pueden favorecer la colaboración público-privada. Con esta colaboración se podrían obtener los recursos necesarios procedentes de las empresas (pagos de seguros sociales o de guarderías, por ejemplo) para conceder a estos científicos retornados unas adecuadas condiciones laborales y prestaciones personales, dada la dificultad de rivalizar con las organizaciones sanitarias de otros países en la oferta de ventajas diferenciales por las diferencias existentes. Igualmente, con esta colaboración se podría incrementar el prestigio de la institución sanitaria por convertirse en una entidad con una mayor capacidad de transferencia del conocimiento científico.

Dicha colaboración se podría complementar con otras medidas similares como la inserción laboral de los investigadores en hospitales y empresas (laboratorios farmacéuticos, por ejemplo) o incluso con el apoyo al emprendimiento para que estos científicos retornados puedan poner en marcha nuevas líneas de investigación descubiertas en su estancia en el exterior.

Todos estos aspectos resultan bastante interesantes, pues, como se ha podido observar en el perfil de estos científicos retornados, son un grupo minoritario aquellos que trabajan en el ámbito privado y empresarial, por lo que este despliegue de actuaciones hacia estos entornos empresariales podría incrementar su investigación traslacional.

En relación con este despliegue y dado que existen bastantes mujeres que han retornado a España, sería también muy interesante que se establecieran planes de igualdad en las empresas para que las mujeres se sintieran atraídas por continuar efectuando ciencia en España.

La información obtenida en este trabajo tiene implicaciones para la mejora de los servicios nacionales de salud pública, pues una adecuada movilidad de los investigadores permite una agregación rápida de sus nuevos conocimientos científicos a la práctica clínica para la mejora de la calidad y la esperanza de vida de la ciudadanía.

Además, los resultados de la investigación se incrementarían para apoyo de las autoridades en una gestión más eficaz y eficiente de los servicios sanitarios. Estos resultados también podrían transformarse en nuevos fármacos, vacunas, dispositivos médicos o equipamientos con la posibilidad de mejorar los diagnósticos y tratamientos de los pacientes y convertirse en una nueva fuente de creación de riqueza y empleo.