Formación Profesional y Universidad, conectadas

Lun, 04/11/2019

Campus de la UDIMA

Debemos valorar cómo la Formación Profesional ha ido superándose en los últimos años, para ofrecernos más posibilidades en el entorno laboral, que cada vez es más competente. Por eso, no nos extrañemos de ver a más jóvenes optando por un título de estas características, el cual, además, le permite el acceso a la universidad en algunos casos.

El acceso a carreras universitarias desde la Formación Profesional

Es natural que cada vez haya más estudiantes que se decidan por una Formación Profesional, debido a las posibilidades de trabajo que facilita. Pero, para los que quieran seguir sus estudios y lograr una mayor experiencia, está la oportunidad de acceder a la universidad con un Grado Superior de este modelo de formación.

Poder hacerse con una plaza universitaria es tan sencillo como aportar la nota media obtenida en el expediente durante los estudios de FP. Sin embargo, en el caso de que no estemos del todo a gusto con la calificación obtenida, siempre podremos presentarnos, de manera voluntaria, a la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU).

La evaluación constará de algunos ejercicios, de los cuales se contarán los mejores calificados para lograr una nota de acceso definitiva para la universidad. Podemos acudir para formalizar la matrícula al centro en el que obtuvimos el título de FP o, en su caso, a la Sección de Acceso a la Universidad.

La FP en la actualidad

La Formación Profesional ha ido evolucionando a través del tiempo con el fin de hacer al estudiante más competitivo en el entorno laboral. Lo que años atrás muchos podían considerar una enseñanza inferior a la universitaria ha sabido ganarse un relevante lugar dentro de España.

Hoy en día sabemos la importancia que representa un titulado de FP para la empresa, ya que acaba sus estudios con un grado de conocimientos prácticos, a veces, muy por encima del graduado universitario.

Las posibilidades de lograr un empleo tras acabar una FP son altas, aunque, por razones obvias, se tiene en cuenta la competitividad que muestra la persona, más que el título en sí.

Lo mejor de este tipo de estudios es que han sabido adaptarse bien a los cambios con el fin de evolucionar correctamente el contenido de las materias y amoldarlas a los tiempos actuales. Se ha conseguido ajustar los ciclos formativos a las necesidades empresariales, para que este sector pueda hallar de forma rápida personal perfectamente cualificado.

Al mismo tiempo, como estudiantes, encontramos una enseñanza dinámica y mucho más atractiva, si la comparamos con lo que era la FP décadas atrás. Las tecnologías también han intervenido en las innovaciones de estos estudios, llevando la vanguardia y el interés de los sectores comerciales hacia aquellos estudiantes que terminan obteniendo un título en dicha formación.

La Formación Profesional se acerca más que nunca a la realidad del mercado, ofreciendo titulados muy preparados para la demanda de empleo, que sigue aumentando en el ámbito empresarial.

Tal ha sido la evolución de la FP que, si ponemos en una balanza las posibilidades laborales de un estudiante universitario, con respecto a uno de esta formación, llegamos a comprobar un aumento de posibilidades en este segundo tipo de alumnos.

Por suerte, podemos optar por tres niveles dentro de la Formación Profesional:

  • - Un nivel básico, donde la enseñanza llega a ser gratuita.
  • - Un nivel medio, que otorga la capacitación de técnico y que equivale a la educación secundaria.
  • - Un nivel superior, con el que podemos conseguir el título de Técnico Superior y tener acceso a la enseñanza universitaria.

En la UDIMA son muchos los alumnos que optan por esta vía para acceder a estudios de Grado, ya que el simple hecho de acceder de una titulación similar al Grado que quieren cursar, les permite convalidar algunas asignaturas comunes a su formación anterior y pueden finalizar su carrera en una duración menor a la habitual.