Día Mundial de la Creatividad y la Innovación. Mentalidad innovadora y creativa: referentes para un futuro mejor

Mié, 21/04/2021

El 27 de abril de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante su resolución A/RES/71/284 decide designar el día 21 de abril Día Mundial de la Creatividad y la Innovación. Se eligió esta fecha por su coincidencia con la conmemoración del nacimiento de Leonardo Da Vinci, icono de la creatividad interdisciplinar en las artes y las ciencias.

Por Silvia Prieto, directora de Innovación de la Universidad UDIMA

El término innovación es empleado en diferentes contextos y con distintos significados. Como sucede con la mayoría de conceptos, es un término en constante evolución. Si nos ceñimos al significado que le otorga la Real Academia Española, innovar es “mudar o alterar algo, introduciendo novedades”. Una definición que parece quedarse corta, para una acción que se encuentra en el origen de grandes avances de la humanidad.

Si echamos la vista atrás, la innovación originalmente se consideraba algo negativo. Es con la Revolución Industrial, cuando la idea de innovación pasa a ser un concepto positivo al asociarse a la ciencia, la evolución y la invención de nuevas máquinas o productos.

En 1939, el economista Joseph Schumpeter, introdujo una distinción importante. Señaló que hay innovación cuando una invención es llevada al mercado para que las personas puedan disfrutar de sus beneficios. Así, la invención sería la creación de algo nuevo (por ejemplo, un nuevo producto) y la innovación, la adopción de esa nueva cosa (por ejemplo, la introducción de un nuevo producto en el mercado).

Hoy hablamos y escribimos mucho más sobre "innovación" que sobre "invención". Prueba de ello son los más de 150 millones de resultados que Google arroja si buscamos “innovación”, frente a los 17 millones correspondientes a la búsqueda de “innovación”.

Actualmente, la innovación simboliza la prosperidad, las empresas se afanan en mostrarse como innovadoras y creativas, se debe innovar en educación, servicios públicos, ciudades… Incluso hacemos clasificaciones de las economías más innovadoras, como la que realiza el Índice Mundial de innovación elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que compara los resultados en materia de innovación de alrededor de 130 países con respecto a más de 80 factores.

William Coyne distinguía creatividad e innovación de la siguiente manera: “La creatividad es pensar ideas nuevas y apropiadas, mientras que la innovación es la aplicación con éxito de las ideas dentro de una organización. En otras palabras, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso”. Y es que, a menudo, la barrera más importante, a la hora de adoptar nuevas soluciones la encontramos dentro de la propia empresa.

Con demasiada frecuencia, las grandes ideas no logran ser aceptadas dentro de una empresa: Kodak no supo entender el potencial de la fotografía digital, Nokia no entendió la importancia de invertir en software y continuó poniendo sus esfuerzos para destacar en hardware y Blockbuster, rechazó la propuesta de alianza de Netflix, al considerar la idea ridícula y siguió apostando por las tiendas físicas.

Es por ello que en un día como hoy, es necesario destacar el papel preponderante que tiene la mentalidad innovadora y creativa de los trabajadores de la empresa. Esta máxima, que suele funcionar muy bien en el caso de las startups y de las empresas jóvenes, tiene como signos más distintivos: la apertura de mente (reconocer que es posible estar equivocado y que todos los procesos pueden mejorarse), la experimentación (explorar diferentes caminos o soluciones para resolver los problemas), la aceptación del error (como parte del proceso de aprendizaje y mejora) y, por último, y quizás el más importante, la inclusión de la innovación en la cultura organizacional de la propia empresa (promover la capacidad de análisis de los problemas e innovación de todos los trabajadores), pues como decía Alexander Graham Bell: “Grandes descubrimientos y mejoras implican invariablemente la cooperación de muchas mentes.”