La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)
La Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y el Centro de Estudios Financieros (CEF), en colaboración con la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios, el Colegio Oficial de Físicos y la Fundación Universidad-Empresa, ha presentado hoy los resultados previos del séptimo INNOVACEF, un informe de periodicidad anual con el que se pretende contribuir a mejorar el sistema nacional de I+D+i mediante el conocimiento de la situación de los jóvenes investigadores que trabajan en España y su comparación con la de los científicos españoles que realizan su labor en el extranjero.
INNOVACEF 2012 se ha realizado sobre una muestra 789 científicos, divididos en 642 jóvenes investigadores que realizan su actividad en España y 147 científicos españoles que desarrollan su actividad en el exterior.
Según Pedro Aceituno, Profesor del Grado de ADE de la UDIMA e investigador principal de este informe, en el INNOVACEF 2011 “A pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”.
España
En el INNOVACEF 2012, los jóvenes investigadores que trabajan en España han otorgado un 4 sobre 10 al grado de confianza que les transmite el sistema nacional de I+D+i. Este valor es el menor que ha obtenido el índice en sus siete ediciones. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de I+D+i de los países extranjeros más avanzados, en los que los científicos españoles efectúan su labor”, señala Aceituno.
Por Comunidades Autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son, por este orden: Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Todas estas cifras superan al índice general, pero se encuentran todavía alejadas del nivel de unas expectativas medias.
Españoles en el extranjero
En el INNOVACEF 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Dicho índice alcanzó un máximo nivel en el año 2010 con 6,3 puntos.
Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la Unión Europea y Estados Unidos, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).
Balance de la movilidad investigadora y Cooperación con el sector empresarial
Por lo que respecta al balance de la movilidad investigadora, el 76% de los jóvenes investigadores que trabajan en España, tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un incremento del 14% respecto a INNOVACEF 2011 (62%).
En cambio, el porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio de temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral es del 30%, manteniéndose estos datos en cifras similares a las del año pasado (29%). Según Pedro Aceituno, “dados los escasos niveles de confianza en España, parece que los científicos españoles en el exterior, no harán de momento una apuesta decidida por regresar, a pesar de que su grado de confianza en los sistemas en los que trabajan tampoco se ha incrementado, sino que se ha mantenido.
Por segundo año consecutivo, se ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial (Tabla I del Anexo). Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares.
Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de Tesis doctorales” haya tenido un buena respuesta en ambos colectivos (5º puesto), por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico, que los científicos desde los inicios de su carrera investigadora establezcan relaciones con el mundo empresarial.
Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica, continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.
En palabras de Pedro Aceituno: “Es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones Públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.
Diferencias con España.
El índice de confianza de los científicos españoles en el extranjero se mantiene en sus menores niveles (5,7 puntos). No obstante, esta cifra muestra que la diferencia con el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España, es todavía importante, ya que se sitúa en los 1,7 puntos.
Para los científicos españoles en el extranjero, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son, por este orden, los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora.
Principales resultados de la Encuesta (entendiéndose ES como los jóvenes investigadores que trabajan en España y por EX, los científicos españoles en el exterior)