El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
El suicidio entre profesionales de la salud es un problema oculto y urgente. A pesar de la alta exposición al sufrimiento, la sobrecarga laboral y la constante presión asistencial que soportan, este colectivo sigue recibiendo escasa atención en términos de prevención y apoyo. La falta de recursos psicosociales y la normalización del sufrimiento emocional dentro del ámbito sanitario son factores que sitúan a profesionales sanitarios como médicos, enfermeros, psicólogos o trabajadores sociales en un alto riesgo de suicidio. Necesitan profesionales igualmente formados para atenderles a ellos también.
Redacción CEF.- UDIMA
El burnout (síndrome de agotamiento emocional, físico y mental por estrés laboral), la sobrecarga de trabajo y la constante exposición al sufrimiento de sus pacientes, sumados a la falta de espacios adecuados de apoyo emocional, se han consolidado como los principales factores de riesgo para la salud mental de profesionales sanitarios. Según los datos más recientes, más del 50% del personal sanitario presenta síntomas de agotamiento profesional severo, lo que aumenta la vulnerabilidad hacia la ideación suicida.
Para hacer frente a esta preocupante situación, la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA ha lanzado el primer Máster Universitario en Prevención del Suicidio en España. Una titulación oficial pionera que aborda de manera integral la investigación, prevención, intervención y apoyo en el duelo por suicidio. Se imparte con un enfoque específico para todas las profesiones sanitarias, incluyendo medicina, enfermería, psicología, trabajo social y otros colectivos relacionados con el bienestar y la atención sanitaria.
“El suicidio entre los profesionales de la salud no es un fenómeno aislado, sino un problema estructural que requiere una respuesta inmediata”, explica la doctora María Cantero-García, directora académica del máster. “Es crucial que los profesionales estén preparados para abordar el sufrimiento emocional propio, además de ofrecer un acompañamiento adecuado a quienes atraviesan situaciones de riesgo. Prevenir el suicidio comienza por mejorar la salud mental de los propios cuidadores y cuidadoras”.
La doctora Cantero-García también resalta que el burnout no es solo un problema personal de los profesionales, sino un síntoma de un sistema sanitario que no está preparado para cuidar a quienes cuidan: “El agotamiento emocional que experimentan los profesionales sanitarios no puede ser ignorado. Las condiciones laborales extremas, la sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo emocional y el estrés constante se combinan para crear un entorno donde el sufrimiento no solo afecta a los pacientes, sino también a quienes los cuidan”, defiende.
“El sistema sanitario, que está diseñado para cuidar de los demás, no proporciona los recursos ni el apoyo necesario para cuidar adecuadamente a sus propios trabajadores y trabajadoras. La salud mental del personal sanitario es un factor fundamental para garantizar la calidad de la atención y evitar que los profesionales lleguen a situaciones extremas como el suicidio”.
El máster se enfoca en preparar a los profesionales de ciencias de la salud en avanzar en la detección de señales de alerta tempranas, la intervención en momentos de crisis y la gestión del duelo en los casos de suicidio dentro del entorno sanitario. La formación es completamente interdisciplinar, con módulos destinados a Psicología, Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras profesiones sanitarias.
La doctora Eva Izquierdo, decana de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de UDIMA, destaca a su vez la importancia de este programa en un momento crítico para la población general y el sistema sanitario:
“Este máster no solo es una necesidad educativa y científica, sino una responsabilidad ética de las instituciones formativas dedicadas a la salud. Además de los colectivos vulnerables, quienes nos cuidan y atienden en los contextos sanitarios se exponen diariamente a situaciones de mucho estrés y sufrimiento, y muchas veces no cuentan con las herramientas necesarias para manejar estas emociones. Es nuestra obligación aportar los conocimientos y recursos para proteger su bienestar emocional. No solo para prevenir el suicidio, sino también para evitar que esta crisis silenciosa continúe afectando su salud mental”.
“La prevención debe comenzar en el propio entorno laboral", abunda la doctora Izquierdo, "creando espacios de apoyo emocional y proporcionando formación continua en salud mental para poder detectar las señales de riesgo tanto propia como de sus compañeras y compañeros”.
Ambas doctoras coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral y estructural: “Para prevenir el suicidio en el ámbito sanitario, no basta con formar a unos pocos profesionales. Debemos crear un cambio cultural dentro del sistema de salud, en el que la salud mental de los trabajadores y trabajadoras se convierta en una prioridad”. Ambas expertas subrayan que la formación especializada es clave para abordar esta problemática y recalcan que las instituciones deben ofrecer conocimiento y apoyo tanto preventivo como reactivo.
El programa incluye formación sobre las mejores prácticas para la prevención del suicidio en entornos laborales, la elaboración de protocolos para intervenir en situaciones de alto riesgo y la importancia de la creación de un entorno organizacional saludable que fomente el autocuidado y el apoyo entre profesionales. Además, se abordará el trabajo con los supervivientes del suicidio, ya que los equipos sanitarios también pueden sufrir un impacto devastador tras la pérdida de colegas o pacientes.
“Los sistemas de salud no solo deben centrarse en la atención a los pacientes, sino también en garantizar que quienes los cuidan reciban el apoyo adecuado. Este máster es un paso hacia la creación de una red sólida de profesionales capaces mejorar la prevención y acción ante la tragedia del suicidio en el ámbito sanitario, además de otros grupos poblacionales vulnerables”, añaden ambas expertas de forma conjunta.
El máster comenzará el próximo curso académico 2025-2026 y contará con un claustro interdisciplinar y con experiencia en investigación y asistencia en prevención del suicidio. Las inscripciones están abiertas y las plazas son limitadas.
*El Máster Universitario en Prevención del Suicidio tiene informe favorable de la Fundación para el Conocimiento Madri+d con fecha 12/03/2025 y se encuentra en trámite de inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos.