I Seminario de profesores de español para chinos: reflexión intercultural práctica y fuera del pupitre

El Grupo CEF.- UDIMA, a través de su Centro de Estudios Lingüísticos (CEL), continúa estrechando lazos con China en el reciente I Seminario de formación de profesores de español para estudiantes chinos. En esta sesión práctica e innovadora, diferentes profesionales y académicos de la lengua española compartieron experiencias con las que acercar nuestro idioma al alumno sinohablante.

Redacción

Puede parecer que existe un abismo entre ambas culturas, pero con las competencias interculturales y pedagógicas adecuadas (y un docente adaptado a su contexto) este alumnado se vuelca en el aprendizaje del español. Como demostraron los ponentes, sólo hay que salir de los convencionalismos educativos vinculados al alumno chino.

Como espacio para fortalecer las competencias que necesita el docente de español en el contexto chino, y como intercambio intercultural y profesional, el seminario reflexionó acerca de los desafíos que afronta el estudiantado chinohablante al aprender nuestra lengua.

Una oportunidad para "aprender, compartir y estrechar lazos entre ambas lenguas y comunidades educativas", que comparten el "compromiso con la educación de calidad como puente entre culturas", defendía la vicedecana del CEL, Aurora Centellas.

El objetivo, en suma, era fomentar esa reflexión intercultural y la colaboración de los docentes en ambos idiomas, destacó Eduardo de Ágreda, director del Máster ELE. Aportar materiales, competencias y visiones del mundo globales y educativas. Y sobre todo enseñar "sesiones prácticas, para llevar ejemplos clase, y animaros a que los probéis", abundó De Ágreda.

Gramática visual con IA

Con la tecnología más puntera bajo el brazo, el profesor José Miguel Blanco Pena abrió el seminario con una sesión muy ilustrativa: Visualización narrativa de la gramática: nuevas posibilidades con la inteligencia artificial. El catedrático en el Departamento de Lenguas y Culturas Europeas de la Universidad de Tamkang (Taiwán) demostró el potencial que tiene la IA para ayudar al estudiantado sinohablante a comprender la gramática española.

Además de recordar que es fundamental para el docente adaptarse al ecosistema educativo del alumnado chinohablante (y conocer algo de su lengua), Blanco Pena trasladó su experiencia generando imágenes con herramientas como Gemini, Dalle-E3, Midjourney, o Sora (ChatGPT). "La gramática les cuesta, debido a esa gran distancia lingüística", señaló, pero es un perfil que "gusta de lo audiovisual".

Con dos técnicas para visualizar la gramática (conceptual y narrativa), el catedrático expuso las ventajas y limitaciones (todavía inherentes) que tiene la IA para explicar conceptos como descripciones, análisis de imágenes y textos o el uso de tiempos verbales.

Además de generar esas imágenes de situaciones cotidianas y para actividades típicas como "conocer al compañero", la visualización narrativa permite enriquecer cada imagen con textos, en español y en chino, aunque todavía es mejor que esto lo haga el profesor: "La IA no termina de refinar por sí misma este aspecto de texto sobre imagen", aclaró Blanco Pena. Aun así, defendió que será fundamental para el docente del futuro saber aplicar las múltiples posibilidades que ofrece la IA en sus aulas de español.

"¡Abre la boca y ya!"

Lin Xinyi (Gloria) aportó en su ponencia online su capacidad para enseñar español en el aula digital. Antigua alumna del Máster ELE de CEF.- UDIMA, la profesora contó su periplo desde que llegó a España "sin hablar nada" hasta que, ocho años después, comenzó a impartir clase con dos títulos y dos diplomas en su haber. Con su charla Desde cero hasta profe explicó cómo enseña en sus clases, y de paso rompió algunos tópicos del alumnado chino.

"La gente me dice 'clases en línea, no es una cosa fácil, ¿no?'; los alumnos chinos parecen más difíciles, son tímidos, un poco callados y pasivos...'. Pues no estoy de acuerdo, nunca lo he visto así en mis clases". Su estrategia es rompedora pero simple: "Si quieres comer, come", dice. En su opinión, primero llenas el estómago y luego el cerebro, y deja a sus alumnos (que asisten en horarios a veces muy tardíos para sus costumbres) comer antes de empezar: "Pizza, fideos, pollo... toman de todo", afirma; "les flipa".

Eso sí, además de un ambiente relajado, conviene ofrecerles actividades interesantes y divertidas en lo posible. Como ella misma puso en práctica durante aquellos ocho años, Gloria propone a su alumnado mucha imitación y técnicas sencillas pero efectivas (analizar fotos de familia, por ejemplo) para ver brotar sus habilidades comunicativas. Y, sobre todo, les invita a no pensar tanto en su acento (muy habitual) ni en los errores. "Yo les digo: ¡Abre la boca y ya!".

'Performance' para aprender haciendo

En esta misma línea se mueve el profesor De Ágreda, doctor en Lengua Española y Literaria que acumula una vasta experiencia con Técnicas performativas para el estudiante sinohablante de ELE: más allá del convencionalismo educativo. En esta ponencia, el director del máster brindó enfoques didácticos para enseñar español fuera del pupitre y fomentando aspectos clave para su aprendizaje. Todo ello animando al estudiantado chino a arriesgarse y conectar con su 'otro yo' en nuestra lengua.

Porque al final "la comunicación es teatral", decía el profesor, "es ser otro en diferentes situaciones". Y es una técnica con una clara base didáctica, es decir, "no es sólo una actividad lúdica". Como explicó, hablar es hacer cosas, es acción, y las técnicas performativas como el teatro, la improvisación, la imitación, los role play, el karaoke o el doblaje, potencian la interacción, la motivación y la memoria del alumnado; fundamentales al aprender un idioma.

Si además estas estrategias se plantean en grupo, el profesor puede y debe implicarse para que sus estudiantes pierdan ese "miedo a 'perder la cara' como dicen los sinohablantes". 

E insistió en que "no es sólo un jueguito", sino que, al plantear conflictos y llevar al alumnado a ponerse esa 'máscara' en otro idioma, interioriza el aprendizaje, lo hace propio, trabaja la memoria a corto plazo y se da cuenta de que, lejos de temer al fallo, "lo importante es comunicarse en la lengua extranjera lo máximo posible" para "sobrevivir" al momento.

Con escenificaciones como las que el profesor De Ágreda enseñó (sobre todo talleres teatrales y de improvisación), quedó patente que el alumno sinohablante "sabe más de lo que su producción en la silla ofrece".

Las situaciones reales les obligan a recurrir a sus herramientas de comunicación más básica (convencer, comportarse, discutir, refutar) con las que desatascar esos conflictos, desgranó el docente. "Al hablar con el cuerpo aparecen comunicaciones que no se centran en el error", abundó, apostando una por un aula como "espacio vivo".