El Máster de Abogacía y Procura CEF.- UDIMA, en el Top 10 de España según los mejores bufetes

¿En qué centros encuentran el talento los grandes bufetes? No es una pregunta baladí, dada la necesidad de talento fresco que tiene el sector jurídico. El Informe Universidades y Despachos 2025 que publica el diario El Confidencial desde hace cinco años trata de conectar firmas, universidades y candidatos para potenciar esa urgente atracción de talento joven. En sus resultados, 28 despachos líderes del país han reconocido al Máster Universitario de Acceso a la Abogacía y la Procura de CEF.- UDIMA como uno de los 10 mejores de España para elegir nuevos egresados, respaldando su calidad académica y enfoque profesional.

Redacción CEF.- UDIMA

Como señala el director del diario en el estudio, Nacho Cardero, las fórmulas de las empresas para captar nuevo talento jurídico están dando "síntomas de agotamiento", y urge lograr un punto medio en que las exigencias de los grandes despachos se encuentren con las demandas de los nuevos abogados. De un lado, los letrados más jóvenes valoran disponer de un buen ambiente laboral para poder conciliar vida profesional y personal, recoge el informe.

Al otro lado, las firmas se fijan especialmente en tres aspectos del aspirante para unirse a sus filas: capacidad para trabajar en equipo y ser resolutivo, un elevado nivel de inglés y un buen expediente académico, según trasladan los equipos de recursos humanos de las 28 firmas encuestadas, entre ellas algunos de los bufetes más prestigiosos, como Garrigues, Cuatrecasas, Uría Menéndez, PwC Tax & Legal, Deloitte Legal o EY Abogados.

El perfil que buscan este tipo de empresas es, un año más, de estudiantes de doble grado (58,61%) así como aquellos que combinan el máster de acceso con otro de especialización (57%), frente a los que únicamente cursan el título oficial de acceso a la abogacía. Además, los bufetes han desvelado por primera vez la nota media que exigen para entrar en sus equipos (7 - 7,5) y las horquillas salariales que manejan: entre los 40.000 y los 50.000 euros.

Para el Grupo CEF.- UDIMA, que los grandes despachos hayan reconocido su máster supone un "respaldo objetivo", señala la directora del título, Carmen Baquero, pues "son quienes más saben del mercado jurídico". Por otro lado, significa que estas firmas "confían en la preparación que reciben nuestros estudiantes y en su capacidad para incorporarse con éxito a entornos de alta exigencia".

Este reconocimiento refuerza la misión institucional del Grupo Educativo: formación rigurosa, práctica y adaptada a la realidad del ejercicio profesional, especialmente enfocada a lograr una alta empleabilidad. También empuja a seguir innovando, mantener el nivel de exigencia y seguir estrechando lazos con la profesión. Como señala Baquero, el título no pretende únicamente que los alumnos aprueben el examen de acceso, sino formar abogados y procuradores "altamente demandados" y "capaces de desenvolverse en la práctica real" de sus profesiones.

Juristas en el aula

En ese gap que existe entre egresados y talento para el mercado jurídico, la formación sigue siendo clave para tener abogados suficientemente preparados. Coincide Eduardo Urbano (doctor en Derecho y responsable del área de derecho Penal Económico en Kepler-Karst law firm), quien entiende que, en la era digital, la formación jurídica generalista es importante, pero “ya no es suficiente para atender las necesidades del mercado actual”.

Así lo ven también en CEF.- UDIMA, cuyo máster combina una sólida formación jurídica general para superar el examen de acceso, pero también una vertiente eminentemente práctica, con simulacros de juicios, redacción de demandas, análisis de casos reales, etc. Todo ello de la mano de profesores que son abogados y procuradores en activo y que trasladan esa experiencia en las aulas.

De esta forma, prosigue Baquero, los estudiantes adquieren una serie de competencias que van más allá de ese conocimiento jurídico generalista. Empezando por ser capaces de aplicar el derecho ya en el aula: "Redactan escritos procesales, defienden en simulacros de juicios y analizan casos reales con rigor". A ello se suma una serie de habilidades transversales "muy valoradas por los despachos": trabajo en equipo, comunicación efectiva, gestión del tiempo y pensamiento estratégico.

Abogados, actualizados

Frente a los que creen que los talentos de hoy no se están formando adecuadamente para los trabajos del futuro en las universidades, Alfonso Martínez-Echevarría considera que, si es así, "no lo es en el caso de los estudios de Derecho”. Como socio de Martínez-Echevarría Abogados, árbitro y director de la Cátedra de Derecho de los Mercados Financieros del Colegio de Registradores de España, sostiene en el informe que los profesionales de ahora tendrán que afrontar, como antaño, los problemas de su tiempo. Y, como entonces, lo harán "sirviéndose de los elementos esenciales y permanentes del Derecho".

Por ello defiende que son las instituciones atemporales (como las universidades) las que constituyen los cimientos del Derecho. “Las Facultades de Derecho procuran estar atentas y ágiles” a estos cambios, para actualizar sus ofertas formativas, asevera.

Baquero respalda esta postura, pues para ella está claro que "mantener el máster constantemente actualizado es esencial". Primero porque la abogacía es una profesión "muy regulada y sometida a cambios normativos continuos". Y segundo porque es una actividad cada vez más marcada por la tecnología: desde bases de datos jurídicas hasta inteligencia artificial o herramientas de gestión documental. "Es imprescindible que los alumnos se familiaricen con ella antes de llegar a un despacho".

El punto final de esa formación llega con "la inmersión en un despacho", un aspecto crucial del título de CEF.- UDIMA, como demuestran los 30 créditos ECTS asociados a la asignatura de prácticas. "Los convenios de prácticas y la colaboración con profesionales en activo son un pilar esencial del máster", recalca su directora. Gracias a ellos, los estudiantes tienen acceso directo a los despachos y a la práctica profesional real, lo que "multiplica su empleabilidad y les permite aplicar los conocimientos en contextos de alta exigencia".

El primer contacto con el despacho proporciona a los alumnos "una visión realista de la profesión, una red de contactos clave y el desarrollo de habilidades que no se adquieren solo en el aula", afirma Baquero. "El hecho de que grandes firmas confíen en nuestro programa para acoger a nuestros alumnos confirma que el máster responde a las expectativas del mercado y refuerza su reputación entre los despachos más relevantes del país".