El Grado en Magisterio de Educación Infantil sigue apostando por una formación práctica y cercana a la realidad profesional. Para reforzar este enfoque, la universidad ha inaugurado un “Rincón de Educación Infantil” en su plató, un espacio especialmente diseñado para emitir clases y grabar contenidos que simulan un aula real de infantil.
Este nuevo recurso permite a los docentes mostrar dinámicas auténticas, desde juegos y actividades hasta metodologías innovadoras como Waldorf o Pikler, acercando la experiencia del aula al estudiantado. De esta forma, los futuros maestros pueden aprender haciendo, observando y participando en situaciones que encontrarán en su vida profesional.
Como señala Elena Sánchez, docente del Grado: "Queremos reducir la brecha entre la teoría y la práctica. Nuestro alumnado debe salir de la universidad con las ideas claras sobre qué hacer, por qué y con qué recursos. Recrear estos espacios es una manera de enseñar más allá de lo teórico y de prepararlos para su primer día en el aula."
El proyecto responde a la estrategia del Grado de formar profesionales desde la práctica:
El “Rincón de Educación Infantil” no solo permite que los alumnos experimenten y aprendan en un entorno seguro y controlado, sino que también los prepara para tomar decisiones educativas fundamentadas, manejar recursos y aplicar estrategias pedagógicas desde el primer día de su carrera docente.
El impulso de la profesora Natalia Sánchez, coordinadora del Grado en Magisterio de Educación Infantil, ha sido clave para dar forma a esta iniciativa, que refuerza el compromiso del Grupo Educativo CEF.- UDIMA con la excelencia educativa, la innovación pedagógica y el acercamiento de la práctica profesional a la formación académica desde el primer momento.
El rincón de lectura "Entrecuentos" es una las dinámicas de aula y metodologías que verá el estudiantado, y que presentaban recientemente las profesoras Susana Vázquez y Jara Lobón. El objetivo de este espacio es practicar cómo los cuentos pueden transformar la etapa infantil.
"No sólo son para entretener", comentaba Lobón, sino que permiten aprender de las emociones o la interacción social, así como "acercarnos a un desarrollo cognitivo" más concreto. Es decir, que el alumnado empiece a comprender el entorno en el que vive.
Como el lema El poder del cuento, historias que despiertan, el el rincón de lectura explicará a los futuros docentes cómo los cuentos son también "ventanas a la imaginación, herramientas de aprendizaje y un puente hacia las emociones". Además, explicaba Vázquez, se adaptan a cada estudiante, y pueden potenciar el lenguaje, la inclusión y la atención a la diversidad.
Son una herramienta fundamental del aula infantil y sirven para fomentar la educación en valores y estimular la creatividad, desgranaron las profesoras. Tanto para iniciar una situación de aprendizaje, como para servir de detonante o fuente de investigación, el cuento lo puede trabajar cualquier perfil del alumnado, incluso aquellos con limitaciones o discapacidad.
"Veremos cuentos muy diversos", ilustraba Lobón, algunos sólamente con imágenes (para desarrollar vocabulario e imaginación) y también aquellos con sílabas musicales para iniciar el proceso de prelectura. "Además, enseñaremos cómo trabajar todos estos cuentos (desde Caperucita hasta Tengo un volcán) también a través de la creatividad y las manualidades".