


Los consumidores se ven afectados por los horarios que las aerolíneas y aeropuertos ponen a su disposición para sus viajes en avión. Desde las "libertades aereas", hasta las políticas de pactos entre aerolíneas, hay una serie de factores que hacen que los consumidores se tengan que adaptar a esos horarios. ¿Estamos dispuestos a pagar un mayor precio a cambio de comodidad horaria?¿Hasta cuanto? Para ejemplificar como funciona este sistema se pondrá el ejemplo del aeropuerto de Madrid.