


En el estudio de los templarios se fusionan la ciencia histórica y la leyenda. La Orden del Temple nació en 1119-1120 con el objetivo de salvaguardar a los peregrinos que viajaban a los Santos Lugares, pero estuvo muy ligada a las sociedades peninsulares desde todas las vertientes (política, militar, económica, artística y cultural).
De su paso por nuestras tierras ha quedado constancia en los documentos, en la arquitectura y en las tradiciones orales que mantienen la memoria de los caballeros de la cruz y de la espada. El mito estaba gestado cuando, en pleno apogeo, el gran maestre Jacques de Molay sucumbió en la hoguera parisina mirando a Notre Dame, por ello hablar de los templarios es acercarse al misterio y a la mística.