¿Es la vía penal la mejor opción para combatir los atentados contra el patrimonio histórico?

Mon, 10/07/2023

El joven turista que pintarrajeó su nombre, y el de su novia, en una pared del Coliseo romano ha devuelto a la actualidad y el debate público una realidad no muy conocida, peor no por ello más habitual de lo deseable: los ‘atentados’ en formas diversas, sobre todo por pintadas, de bienes declarados histórico-artísticos y, por ello, susceptibles de protección.

Por Luis Miguel Belda

El dramático caso romano es, si cabe, incluso paradigmático de un hecho que define a las más recientes generaciones: jóvenes que, aunque han recibido una formación académica muy por encima de la que disfrutaron buena parte de sus padres y la gran mayoría de sus abuelos, no logran, pese a ello, reunir la doble condición de ser más cultos ni más civilizados.

Causa una pobre risa cuando se conoció que el autor del pintarrajo en el Coliseo, de 27 años de edad y residente en Reino Unido, aseguró que desconocía que tal monumento fuera tan antiguo, como si fuera una disculpa. Pero podría terminar en prisión, hasta un máximo de 5 años de cárcel, de acuerdo con la legislación italiana.

En España el Código Penal también contempla persecución por este tipo de actos vandálicos, el delito de daños contra bienes del patrimonio histórico-artístico español, y sobre esta cuestión intervino la profesora del Máster Universitario en Mercado del Arte de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Paloma Villarreal, en el Curso de Verano ‘Seguridad y protección del Patrimonio cultural: buscando sinergias con el Mercado del Arte’ de la URJC en colaboración con el Museo Casa de la Moneda.

En su seno, la doctora Villarreal analizó el tipo delictivo previsto en este contexto, enfatizando la dificultad que entraña su interpretación tras la reforma del Código Penal operada en el año 2015. Ha sido el Tribunal Supremo el que a través de una sentencia dictada en 2022 ha venido a poner un cierto orden en las diversas soluciones que las Audiencias provinciales daban a problemas similares, especialmente en los casos de pintadas sobre bienes histórico-artístico.

Sin embargo, la profesora Villarreal considera que acudir a la doctrina sobre el delito genérico de daños, medio utilizado por el Supremo para resolver la controversia, “no es la mejor opción” para tratar los atentados contra el patrimonio histórico-artístico, alineándose, de esta manera, con las tesis expuestas por diversos fiscales especializados en su protección.

“No parece recomendable, y, quizás, no parece constitucional, alejar del ámbito penal los atentados contra el patrimonio histórico-artístico español”, enjuicia la doctora Villarreal.

La organización del curso corrió a cargo de la profesora Ana Vico Belmonte, quien en la mesa destinada a tratar de los aspectos legales sobre esta cuestión reunió, además de a Paloma Villarreal, al fiscal Antonio Roma Valdés, y a Marta de Foxá Ortega, con la moderación del profesor de la URJC Agustín Martínez Peláez.