Manuel Pérez-Sala: "Atacar al empresario es llevarnos a un Estado que sólo reparta pobreza"

Mon, 01/05/2023

Manuel Pérez-Sala (Cáceres, 1962) defiende la figura del empresario en la última edición del programa 'Territorio Líder' con el periodista Graciano Palomo, desde los platós del campus de la UDIMA en Collado Villalba. Un rol que conoce bien como presidente del Círculo de Empresarios (desde 2021) y que, frente a las críticas que reciben algunos incluso desde el propio Gobierno, considera un agente "benefactor" de la sociedad. Para él, el empresario asume la "responsabilidad" de "contribuir a crear riqueza y bienestar" en la comunidad a la que pertenece.

Por Alberto Orellana

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Pérez-Sala es un especialista en diseño, negociación y ejecución de inversiones. Es miembro del Consejo de la Ingeniería Zelenza y socio director del Grupo Perseo. En los últimos años se ha convertido en una persona clave en distintos lobbies empresariales para el control del gasto público y de los presupuestos generales. Desde el Círculo de Empresarios (la primera y más antigua organización española en la defensa del empresariado) hace suya la misión de esta: propugnar una mejor concepción de la labor empresarial y su libertad en una sociedad abierta y europea. Pues representa los valores democráticos y encarna el camino de una sociedad "próspera".

Valores que son también los universitarios con los que inspiraban a los estudiantes en su época. Quizás hoy han quedado un poco "en segundo plano" en el sistema educativo, pero para él debemos recuperarlos: "el mérito, el esfuerzo, la capacidad de trabajo" son "esenciales" para desarrollar la prosperidad del país, afirma. Si realmente creemos en el progreso social, debemos "fomentar esa figura del empresario", pues es la alternativa de libertad que tenemos (frente a la autocrática), para gestionar la sociedad.

¿Por qué se critica tanto al empresario entonces? Figuras como Amancio Ortega o Juan Roig, que han sido "capitidisminuidos" como señala el propio Palomo, tanto por el pueblo llano como desde cargos institucionales. Pérez-Sala intuye que la sociedad está cambiando, y que ahora los ciudadanos "tendemos a dar crédito a propuestas populistas": soluciones fáciles a problemas difíciles. Y aparte de que eso no es posible, es una postura que "implica desprestigiar la figura del empresario". Algo que "no es bueno, porque el empresario es el motor de crecimiento y de empleo de una sociedad", asevera.

"Capacidad, esfuerzo y suerte"

Convencido de que estas posturas proceden de "ambientes de extrema izquierda", cree que dibujan una situación política "muy peligrosa", pues son planteamientos que pretenden llegar a una sociedad "sin iniciativa y sin propiedad privada". Atacan al empresario y tarde o temprano lo que consiguen un Estado que solamente distribuya la riqueza existente y no permita crear nuevas riquezas; lo que estamos haciendo es repartir pobreza", abunda. "La única forma de crecer es con iniciativa, con esfuerzo, y el empresario sintetiza los valores de la democracia liberal del individuo comprometido con su comunidad, que crea riqueza y bienestar social".

Lejos de entender las críticas que recaen sobre figuras destacadas del tejido empresarial español, Pérez-Sala replica que son "magníficos ejemplos" que acreditan la "maravillosa" tarea y vocación del empresario. Para él, casos como el de Ortega o Roig son modelos de éxito, eficientes, rentables, imitadas en todo el mundo, y que por tanto la sociedad valora. Y por ello deberíamos sentirnos "orgullosos". Compara el caso de Ferrovial con la marcha del deportista Pau Gasol a la liga norteamericana como ejemplos de éxito, de individuos y modelos capaces de "competir con los más grandes".

"Son acciones que dignifican tanto la figura de nuestro país como la figura de nuestros empresarios en el mundo", afirma. Valora su éxito, pues conoce bien los ingredientes que se necesitan para lograrlo: "Capacidad, esfuerzo (mérito -consecuencia del anterior-) y suerte". Porque incluso con interés, medios y trabajo, es muy difícil estar en ese 20% de empresas que "llegan a buen puerto".

Por ello insta a los alumnos del Grupo Educativo CEF.- UDIMA a no perder esos valores, y "asumir la iniciativa como un eje fundamental de su desarrollo vital". Pérez-Sala está convencido de que los ciudadanos están llamados a ofrecer a la sociedad sus capacidades; a esforzarse, no sólo por el interés personal, sino por el "colectivo", como defienden desde el Círculo de Empresarios: porque si mejora la capacidad de crear riqueza del empresario, mejora la sociedad en definitiva.

"Esforcémonos por el interés colectivo sin perder curiosidad e ilusión por el trabajo" de forma permanente, a cualquier edad. Y añade, dirigiéndose a los estudiantes, futuros profesionales: "Sed independientes, no queráis depender del Estado o de otras organizaciones de otra forma que no sea contribuyendo en ellas con innovación, con capacidad de esfuerzo y con calidad profesional".

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