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Cambio de paradigma: entrando en la era de la medicina "de la complejidad"
Mar, 16/11/2021
Retrasar el momento de la muerte y aprender más de cómo preservar la vida humana durante más tiempo ha sido "casi una obsesión" a lo largo de la historia. Los avances científicos y tecnológicos de los últimos 20 años superan a los que se dieron en todo el siglo anterior en este campo. Pero, ¿podemos criogenizar un cuerpo humano? ¿tendremos nuestro propio banco de células neurológicas y cardíacas para usarlas a voluntad?
Por Alberto Orellana
Algunas cosas son o serán posibles en no muchos años. Otras carecen de sentido práctico o simplemente no son viables actualmente. El doctor en medicina y profesor de la UDIMA, Javier Cabo, trató de arrojar algo de luz sobre estos temas en una reciente entrevista en el podcast de Santalucía Impulsa. De la mano del director de innovación de Santalucía, Ángel Uzquiza, el referente en cirugía cardiovascular reflexionó sobre los avances científicos y los retos que hay por delante en la carrera por alargar la vida de las personas "con una calidad aceptable".
Según el director del Máster en Gestión Sanitaria de la UDIMA, actualmente estamos en un cambio de paradigma. Para el doctor Cabo estamos pasando de la medicina tradicional a la "medicina de la complejidad". Es decir, aquella que integra tecnologías punteras (robótica, nanotecnología, IA, bioimpresión...), para lograr una medicina "más predictiva y personalizada, de precisión, más proactiva y participativa". Una etapa "privilegiada", ha dicho.
Con nuestro código genético descifrado, y la posibilidad de estudiar cómo afecta el entorno a este (epigenética), podemos avanzar y vivir más años, ha señalado. Porque "el secreto de la longevidad y la calidad de vida está condensado en nuestro genoma", en las cuatro letras de nuestro ADN y ARN (ACTG). Estamos en la era de la ingeniería biomédica y los tratamientos personalizados, ha valorado el experto de la UDIMA.
Ingeniería tisular y criopreservación
Según ha explicado el doctor Cabo, a día de hoy podemos predecir las enfermedades y mejorar su tratamiento. También podemos reprogramar células de la piel para que actúen como células madre. E, incluso, asegura que en un futuro próximo "tendremos nuestros propios bancos de células neuronales y cardíacas para poder usarlas en caso de necesidad". Combinando la ingeniería tisular (de tejidos) con la impresión biológica podremos hasta construir nuestros propios órganos biológicos o biomecánicos, ha desgranado.
Por otro lado, el proceso de criopreservación tiene un potencial muy alto en trasplantes. El propio Cabo está trabajando en ello y considera que la vitrificación tisular será viable para estas operaciones, aunque no cree que antes de unos 10-15 años. Y no debemos confundir estas técnicas con la criogenización de cuerpos enteros. Algo que según él no tiene "utilidad" científica, además de ser algo imposible "al menos hasta 2080".
Las tecnologías más potentes hoy en día en potenciar la longevidad son la genómica o la nanotecnología (fármacos e incluso implantes inteligentes). Entre otras cosas, permiten hacer terapias combinadas desde nanopartículas para combatir el cáncer hasta implantes o pastillas inteligentes que se controlan de forma remota; monitorización sanitaria a distancia.
Además, el doctor ha recordado los retos políticos y sociales que quedan por delante. Modificar el sistema de pensiones, la asistencia sanitaria (atender las enfermedades crónicas) o cambiar el modelo de trabajo, son solo algunos de ellos. El doctor Cabo ha apelado a desarrollar nuevas políticas que afronten el desafío del envejecimiento poblacional, y distinguir entre perfiles laborales de "esfuerzo" y de "conocimientos". "El siglo XX fue el de la redistribución de la renta, y el XXI tiene que ser el de la redistribución del trabajo".
La entrevista íntegra se puede escuchar clicando en este enlace