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¿Cómo será la relación laboral del futuro? La implantación del teletrabajo como estrategia de transformación digital empresarial
Vie, 09/10/2020
La COVID-19 ha propiciado la necesidad de innovación tecnológica y laboral y la aceleración de la transformación digital de las empresas. Una crisis que supone, sin embargo, una "oportunidad" para "diseñar y desarrollar" el teletrabajo y la estrategia de transformación digital en las organizaciones. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Teletrabajo e innovación tecnológica durante la pandemia de COVID-19.
Un trabajo de investigación elaborado por la Doctora y presidenta de la Universidad UDIMA, Arancha de las Heras y la Doctora y directora de Relaciones Institucionales del Grupo Educativo CEF.-UDIMA, Ana Landeta, presentado en el Congreso Internacional para la Difusión de la Producción Científica e Innovadora (CODIPROCIN).
El principal objetivo del estudio ha sido el análisis comparativo del teletrabajo introducido durante el Estado de Alarma y las diferencias respecto a este concepto en el Estatuto de los Trabajadores (art.13). De esa comparación se han extraído las claves para plantear "cómo será la relación laboral del futuro", así como un marco preliminar específico para integrar el teletrabajo dentro de la estrategia de transformación digital de toda empresa.
En definitiva, se han aportado "nuevos factores" que influyen en la implementación del teletrabajo, así como los interrogantes que plantearía el nuevo escenario laboral que lo abrace. Aspectos como determinar el espacio físico de trabajo, el método de control empresarial, la obligatoriedad de usar o no herramientas tecnológicas y su coste, o las medidas de seguridad y prevención, serán elementos críticos para interiorizar este modelo.
En su doble condición de presidenta de la Universidad UDIMA y Doctora en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Arancha de las Heras, defiende: "Los factores de seguridad y salud son importantes en el estudio del teletrabajo y deberían ser considerados en futuras investigaciones". Además, según desprende del estudio, este nuevo escenario laboral "proporciona una innovación disruptiva para minimizar el efecto de la COVID-19".
Solución 4.0
Tal como plantea Ana Landeta, Doctora en Administración de Empresas y Estrategia Corporativa, si hablamos del teletrabajo como innovación tecnológica y laboral, hablamos de otra herramienta que ha traído la Industria 4.0. Una solución que en este caso posibilita "un nuevo escenario de mayor control de la actividad del trabajador", además de crear nuevos productos (relacionados con la distribución de la industria y las ocupaciones).
Por tanto, el teletrabajo pertenece a una revolución tecnológica, acelerada por la pandemia, que debe enmarcarse dentro de la transformación digital empresarial. Una tarea "compleja y continua" que puede cambiar "sustancialmente" una organización, por lo que tiene que definirse en una estrategia clara para aplicarla con éxito. Es esa estrategia de grandes cambios donde, según Landeta, ha de introducirse un plan de teletrabajo.
Una política laboral que incluya este modelo será eficaz si tiene en consideración factores empresariales vinculados a ese proceso de transformación digital. Aspectos que Arancha de las Heras resume en cinco: negocio, personas, cultura organizacional, procesos e infraestructuras. Y avanzó: "Sin lugar a dudas, el presente y futuro requiere de una implantación de una cultura organizativa basada en objetivos y resultados".
Una primera pista que esboza cómo será el espacio laboral y sus especificidades, una vez pasemos estos meses de adaptación convulsa que empezaron en abril de 2020. Entonces, 191 países cerraron las escuelas y universidades, y entró en juego de forma masiva el uso de tecnologías involucradas en el aprendizaje y el trabajo a distancia. Pero. ¿cómo han cambiado la actividad profesional en relación a esos factores planteados?
Teletrabajo post COVID
Según el análisis de las Doctoras, el futuro del negocio está en abrazar un mayor abanico de clientes, así como los canales digitales emergentes, que demostrarían una "madurez digital" mucho mayor. El liderazgo empresarial deberá ser puramente digital y disruptivo, abrazando los nuevos modelos laborales que admitan el teletrabajo y la misión de la organización como una entidad colaborativa preocupada por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
La superación de esta crisis debe traer, según las autoras, un teletrabajo a tiempo completo o mixto, que atenderá los riesgos psicosociales de las personas propios del uso individualizado de la tecnología. Para que el modelo funcione será necesario impulsar "planes de igualdad" que permitan conciliar la vida laboral y personal, como reflejo de una madura cultura digital. Cultura que también deberá velar por la sostenibilidad del tejido productivo y las necesidades de los trabajadores. En suma, ser una empresa "más flexible".
De este modo, los procesos de las organizaciones del futuro tenderán a ser colaborativos, a través de las TIC. Por ejemplo, la selección y evaluación del personal, así como la comunicación con el empleado y el control de su actividad deberían se harán online. No así en el caso de la formación, donde en lo posible habrá que buscar un modelo mixto entre presencial, telepresencial y online. Todo ello demostraría que el teletrabajo se incluye verdaderamente en el plan estratégico de transformación digital de la empresa.
Por último, las infraestructuras son de lo que más va a mutar tras esta crisis. En lo venidero, el espacio físico y el digital deben convivir (espacios de co-working y revisión de la conectividad para el puesto de trabajo en remoto). Y se deberá diseñar un modelo tecnológico que adecúe el equipamiento informático para desempeñar la jornada en el puesto de teletrabajo. Para ello, la clave estará en aplicar las herramientas digitales corporativas innovadoras y de control de la productividad.