Estrategia de salud cardiovascular en el Día Mundial de Corazón

Jue, 29/09/2022

Todos los años desde hace 22 años, el 29 de septiembre, la Federación Mundial del Corazón celebra el Día Mundial del corazón con el objetivo de reflexionar acerca de la importancia del cuidado de ese órgano vital y concienciar a las personas sobre la existencia de la patología cardiovascular, su prevención, el control y los cuidados y tratamientos de las enfermedades cardiovasculares.

Por el doctor Javier Cabo Salvador

Enfermedades cardiovasculares que continúan siendo la primera causa de mortalidad en el mundo. De acuerdo con cifras de la OMS, se estima que más de 500 millones de personas padecen patologías cardiovasculares en el mundo, falleciendo anualmente a causa de dichas enfermedades 18 millones de personas.

No obstante estas cifras, hay que destacar que la mortalidad está progresivamente descendiendo, lo que invita a seguir avanzando en la concienciación de la población, a la prevención y la mejora de la salud cardiovascular, ya que su incidencia disminuye si se controlan los factores de riesgo cardiovasculares asociados como son, la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y los niveles altos de colesterol con la ateroesclerosis asociada.

En España, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte y hospitalización, con 230,5 fallecimientos por cada 100.000 habitantes (datos de 2020, de la Sociedad Española de Cardiología). De estos fallecimientos, más de la mitad (el 53,7%) son mujeres. En datos publicados por el Ministerio de Sanidad, en el año 2019 en España, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, que incluye la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular, muerte súbita, valvulopatía aórtica, y la incidencia de la mayoría de los eventos cardiovasculares agudos, como el infarto agudo de miocardio o el ictus, afectó al 9,8% de la población, 52,6% mujeres y 47,4% hombres.

La incidencia anual fue de 1 nuevo caso cada 100 personas, constituyendo la primera causa de muerte, con un 27,9% del total, así como la primera causa de ingreso hospitalario. Para el mismo año 2019, las enfermedades cardiovasculares fueron la causa de defunción del 37,4% de la población de la Unión Europea, lo que supuso más de 2 millones de muertes.

Además del impacto en el ámbito de la salud, las enfermedades cardiovasculares afectan también al ámbito económico y laboral. Los problemas de salud cardiovascular repercuten en el uso de recursos del sistema sanitario, así como en el mercado laboral y la productividad, estimándose, según datos del Centre for Economics and Business Research, que el coste económico de las enfermedades cardiovasculares desde 2014 a 2020 en seis países europeos tuvo un impacto en la economía que alcanzó el 0,7% del PIB, con un coste superior a los 145 millones de euros al año por incapacidad temporal.

Se ha visto que el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y la aparición de eventos cardiovasculares se ve condicionada por diversos determinantes individuales y sociales de la salud, algunos potencialmente modificables como son un bajo nivel socioeconómico, factores de riesgo asociados a estilos de vida, como el tabaquismo, (que es la principal causa de morbimortalidad cardiovascular) y, factores de riesgo biológicos, bien de origen metabólico, como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, el sobrepeso y la obesidad o la diabetes mellitus, o no modificables, como la edad, que es el determinante más importante de la morbimortalidad.

Se ha visto que tanto la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular, excepto el consumo de tabaco, como la prevalencia de la mayoría de los factores de riesgo cardiovasculares, se incrementan de manera muy importante con la edad y llegan a su máximo a edades avanzadas, por encima de los 75 años.

Por todo ello, la elevada prevalencia de las enfermedades cardiovasculares y de sus factores de riesgo, así como su impacto en la salud, la calidad de vida y sus consecuencias tanto económicas como sociales, posicionan a la salud cardiovascular situándola como un reto social y sanitario de lo más prioritario.

Una estrategia enfocada en la salud cardiovascular poblacional debe buscar no solo disminuir la prevalencia y la incidencia de la enfermedad cardiovascular, sino conseguir el mayor nivel de salud posible en las personas, consiguiendo el mayor número de años de vida ajustados a la calidad (AVAC).

Por todo ello las estrategias a adoptar deben de ir enfocadas más allá de las estrategias centradas en el abordaje de patologías, como la Estrategia de Cardiopatía Isquémica del año 2007, evolucionando hacia estrategias, preventivas como son la educación ciudadana, la promoción de la salud a través de estilos de vida saludable, la prevención de la aparición o progresión de factores de riesgo, la detección precoz de la enfermedad, la formación adecuada de profesionales, la gestión y la investigación tanto básica como traslacional.

De entre los principales factores de riesgo cardiovascular descritos en la Guía de la European Society of Cardiology 2021, caben destacar la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes mellitus y la obesidad, ligado a las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL o cLDL), causante de la patología cardiovascular aterosclerótica. En el caso de las mujeres, a estos riesgos globales para la enfermedad cardiovascular, comunes a ambos sexos, se suma la menopausia ya que el descenso de estrógenos altera el metabolismo, además de contribuir a un aumento de peso, mayor riesgo de diabetes y de por lo tanto sufrir un infarto.

Por todo ello, en marzo de este año 2022 se estableció a través del Ministerio de Sanidad, con la participación de profesionales sanitarios, gestores, y asociaciones de pacientes, en colaboración con múltiples Sociedades Científicas, como la Sociedad Española de Cardiología, Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, Sociedad Española de Medicina Interna, y Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular, entre otras, por medio de diferentes grupos de trabajo: de Promoción, Prevención y Capacitación Ciudadana , Gestión del Conocimiento, Investigación e Innovación, Equidad y Género, Cardiopatía Isquémica, Valvulopatías  y Arritmias, la Estrategia de Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV),

Esta nueva Estrategia de Salud Cardiovascular plantea 2 ejes trasversales y 7 ejes de actuaciones específicas, dedicando 4 apartados a patologías específicas como son, la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca, las valvulopatías y las arritmias. Esta Estrategia de Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud es una continuidad y extensión de la Estrategia de Cardiopatía Isquémica del año 2007.

Su objetivo es lograr mejorar el nivel de salud cardiovascular de la población española a través de medidas como: Promover la salud cardiovascular mediante el desarrollo de un abordaje integral que facilite la adopción de estilos de vida y entornos saludables y sostenibles; Reducir la incidencia, la prevalencia y las complicaciones de las enfermedades cardiovasculares en España a través de la prevención; la mejora de la atención, en la fase aguda y crónica; la rehabilitación y la restauración de la salud: la prevención de la discapacidad; y la mejora de la calidad de vida y bienestar de los pacientes y sus familiares.

La medida más importante para prevenir este tipo de enfermedades cardiovasculares como son la enfermedad coronaria y el infarto agudo de miocardio; la insuficiencia cardiaca; y las alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias) como la fibrilación auricular, que a veces provocan la formación de un coágulo dentro del corazón que puede a su vez desplazarse hasta el cerebro provocando un «infarto cerebral» (Ictus), es lo que se conoce como «Prevención Primaria», es decir, evitar aquellos factores que pueden generar dichas patologías como son la hipertensión arterial, la diabetes, los niveles altos del colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad.

Para finalizar, unos consejos prácticos en este Día Mundial del Corazón: Evita el consumo de tabaco; Mantén una dieta sana y equilibrada, limitando al máximo el consumo de sal; Evita el sobrepeso y la obesidad manteniendo un perímetro abdominal menor de 88 cm. en las mujeres y menor de 102 cm. en los hombres); Desarrolla actividad física a diario (Lo ideal es caminar, a buen ritmo, durante 30 minutos);

Controla las cifras de tensión arterial (mantenerla por debajo de 140/90 mm Hg); Controla periódicamente, al menos antes de navidad y antes del verano las cifras de glucemia o glucosa en sangre (ideal menor de 120 mg/dl en ayunas); Controlar periódicamente, igual al menos antes de navidad y antes del verano, las cifras de colesterol (lo ideal es mantener la cifra de colesterol total por debajo de 200 mg/dl).

Javier Cabo es doctor en Medicina y Cirugía Cardiovascular, miembro de la Comisión Nacional de la Especialidad de Cirugía Cardiovascular del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, catedrático de Gestión Sanitaria en la UDIMA, Investigación Biomédica (UCNE) e Ingeniería Biomédica (UCAM).