La ingeniería biomédica y las nuevas tecnologías mejorarán el problema de la escasez de donantes de órganos para trasplantes

Dom, 27/10/2019

Javier Cabo, el segundo a la izquierda de la imagen

Redacción UDIMA Media

El doctor Javier Cabo, director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, encuentra en la ingeniería biomédica y las nuevas tecnologías una solución a la escasez de donaciones de órganos para la realización de trasplantes. A su juicio, si bien los trasplantes de órganos salvan miles de vidas diariamente, sin embargo, la escasez de órganos disponibles es uno de los retos más importantes, sobre todo a nivel de los órganos torácicos.

Aunque, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el número de trasplantes a nivel mundial se ha visto incrementado en un 20% en los últimos 5 años, la disponibilidad de órganos donantes no cubre la demanda existente, hecho que produce que una de cada cinco personas que están en lista de espera para trasplante mueren esperando un donante, estimándose que los trasplantes realizados a nivel mundial cubren solamente el 10% de las necesidades reales.

Como ejemplo, el eminente científico señaló que en 2018 en España, de los 475 pacientes incluidos en lista de espera para trasplante de corazón, solamente se pudo realizar el trasplante en 286 personas, lo que supuso un 60% de trasplantes eficaces.

Sus consideraciones fueron oídas en el marco del XXVI Congreso Nacional de Derecho Sanitario y III Reunión Iberoamericana de Derecho Sanitario, celebrados en Madrid del 17 al 19 de octubre y dentro de la Mesa organizada por la Organización Médica Colegial enfocada a los ‘Nuevos Dilemas en la Donación de órganos’, bajo la dirección del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España y de la Organización Médica Colegial.

Ante una audiencia formada por médicos y juristas, Javier Cabo, mencionó que el grupo de investigación internacional que lidera está desde hace 5 años trabajando en la potencial posibilidad de creación de un Banco de Órganos criopreservados y vitrificados con nanotecnología asociada, tanto de un banco de órganos general con necesidad de drogas inmunosupresoras postrasplante como de un Banco de Órganos personalizado mediante la creación de quimeras mediante técnicas de edición genética. Este programa lo presentó personalmente en una conferencia en el Congreso Mundial de Criobiología en Madrid (CRYO2018) en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en julio de 2018.

También señaló que la donación en asistolia controlada tipo II y II de Maastricht está muy bien a nivel logístico, siempre que se respeten los cuatro principios y códigos éticos y deontológicos de autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia, siendo en su opinión muy conveniente potenciar a nivel nacional las terapias de resucitación cardiopulmonar y de soporte circulatorio mecánico y crear y potenciar unidades avanzadas específicas con experiencia integral en el manejo del ECMO, asistenia centrífuga, asistencia ventricular mecánica uni (LVAD) y biventricular (BIVAD) y el corazón artificial, como sucede en países de nuestro entorno, como Francia o Alemania.

A este respecto el doctor Cabo señaló que actualmente está trabajando junto con un grupo de investigación integrado por cirujanos cardiotorácicos e ingenieros de España, Francia y Alemania en la creación de un nuevo modelo de corazón artificial biomecánico de uso tanto externo como interno que actúe como motor de tres tiempos y potencialmente autorregenerable.

El director del Departamento de Ciencias de la Salud de la UDIMA condensó todas estas revelaciones en el transcurso de su conferencia ‘Reflexiones acerca del concepto de Muerte Encefálica y de la Donación en Asistolia Controlada tipo III de Mastricht’, en la que incidió en la importancia de la donación en asistolia en aras de intentar incrementar el número de potenciales donantes.

Esto es así, explicó, debido a que la reducción de la mortalidad por accidentes de tráfico y por enfermedades cerebrovasculares unida a mejoras en el manejo terapéutico del paciente crítico en general y neurocrítico en particular, estaba determinando un descenso progresivo del número de potenciales donantes. Para hacerse una idea de lo que esto supone, solo en España la donación en asistolia ha supuesto el pasado año el 28% del total de donantes.

También recalcó el científico español la importancia del cambio de concepto de determinar el cese de la función circulatoria de una persona no en base solamente a criterios electrocardiográficos, sino también a criterios hemodinámicos, siendo la ausencia de contractilidad cardíaca efectiva, es decir la perdida irreversible de la función circulatoria y respiratoria la que determine el cese de la función circulatoria y el reconocimiento del fallecimiento de la persona.

En la citada conferencia Javier Cabo habló de la importancia de la existencia de un protocolo adecuado de limitación del soporte vital que debe, a su juicio, tener unos condicionamientos que estén en consonancia con las directrices recogidas en el anteproyecto de la ‘Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el proceso final de la vida’.

Javier Cabo, doctor en Medicina y Cirugía Cardiovascular, es, además de profesor y director de la Cátedra IHM-UDIMA de Gestión Sanitaria y Ciencias de la Salud, catedrático de Ingeniería Biomédica de la Universidad Católica de Murcia y Miembro de BIONECA (Biomaterials and Advanced Physical Techniques for Regenerative Cardiology and Neurology), entre otras distinciones, responsabilidades y reconocimientos.

Galería de imágenes

Javier Cabo, el segundo a la izquierda de la imagen